22.10.2014 15:07 h

EURO-2016: ni Serbia ni Albania se responsabilizan

Serbia y Albania se responsabilizan mutuamente de la suspensión del partido de clasificación para la Eurocopa-2016, un incidente que provocó una crisis política sin precedentes, y esperan no ser castigados por la UEFA, cuya instancia disciplinaria examinará el caso el jueves.

Serbia está en el punto de mira por infracciones del reglamento ligadas a la organización del partido, sobre todo por el hecho de que los aficionados serbios invadieron el campo para agredir a los futbolistas albaneses.

Albania por su parte, debe responder tanto por su negativa a seguir jugando pese a que, como afirma la Federación Serbia de Fútbol (FSS), había una recomendación de la UEFA en sentido contrario, como por el despliegue de una bandera ilegal.

Para la FSS, el incidente ocurrido la noche del 14 de octubre y que provocó una avalancha se produjo cuando un dron sobrevoló el estadio de Belgrado con una bandera con el mapa de la "Gran Albania", un proyecto nacionalista que desea agrupar en un mismo Estado las comunidades albanesas de la península de los Balcanes.

"Desplegar un mapa de la Gran Albania en Belgrado equivale a exhibir un retrato de Hitler ante los judíos", aseguró en caliente Zeljko Petrovic, uno de los ayudantes del seleccionador serbio, el holandés Dick Advocaat, justificando así la furia mostrada por el público serbio.

Una investigación completa

Una semana después del incidente, todavía no se ha aclarado quién manejaba o de dónde salió el dron, aunque entre los sospechosos, en un primer momento, estaba el hermano del primer ministro albanés Olsi Rama, Edi Rama, que vio el partido desde la grada.

Para Belgrado, se trata de una "provocación política premeditada" con el objetivo de interrumpir el partido, jugado sin presencia de aficionados albaneses. Por ello, la FSS reclama que se le conceda la victoria por 3-0, castigo habitual en caso de un triunfo conseguido en los despachos.

La Federación Albanesa de Fútbol (FAF) pidió, por su parte, una investigación "completa e independiente sobre los incidentes que se produjeron antes, durante y después del partido", interrumpido en el minuto 41, cuando el marcador era de 0-0. La FAF afirma que el autobús del equipo fue apedreado en su camino al estadio. Además, un trozo de hormigón, ladrillos y otros objetos fueron lanzados en dirección a la delegación albanesa y a los jugadores sobre el césped. Cuando el incidente se descontroló, varios jugadores albaneses fueron golpeados a puñetazos pero también con cadenas, afirmó la FAF. Los hinchas gritaban "muerte a los albaneses", "maten a los albaneses", insistió la federación.

"El equipo de Albania no se negó a seguir el partido, fue la violencia extrema (...) de los aficionados serbios lo que hizo imposible jugarlo", declaró a la AFP el abogado de la FAF, Artan Hajdari.

No se espera a ningún representante de las dos federaciones el jueves en la sede de la UEFA y no se anunciará ninguna decisión hasta el viernes, informó la instancia dirigente del fútbol europeo. Serbios y albaneses mantienen relaciones hostiles a causa de discrepancias históricas y recientes, como sobre Kosovo, exprovincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos que proclamó unilateralmente su independencia en febrero de 2008.

afp