El entrenador de San Lorenzo, Edgardo Bauza, ya sabe lo que es ganar un partido mundialista a su homólogo del Real Madrid, Carlo Ancelotti, con el que el sábado se enfrenta en Marrakech en la final del Mundial de Clubes de Marruecos.

Fue el 3 de julio de 1990 en el estadio San Paolo de Nápoles, en las semifinales del Mundial de selecciones de aquel año. Italia era el país anfitrión y contaba con el apoyo del público napolitano, que llenó el recinto y que soñaba con colocar al equipo anfitrión en la final del Olímpico de Roma. Pero enfrente estaba una Argentina que defendía la corona de México-1986 y que no lo iba a poner fácil.

En los planteles de los dos protagonistas estaban Ancelotti y Bauza, centrocampista de los locales el primero y defensor de la Albiceleste el otro. Ninguno de los dos jugó aquel partido, pero vivieron con la máxima tensión uno de los choques más emocionantes por lo que estaba en juego. Salvatore Squillacci adelantó a Italia en el minuto 17 y los italianos se vieron en la final durante cincuenta minutos, hasta que Claudio Caniggia (67) consiguió el empate 1-1, con el que finalizaron los noventa minutos reglamentarios y el alargue. El choque se decidió en los penaltis y allí la Argentina que entrenaba Carlos Bilardo tuvo más fortuna.

El arquero Sergio Goycoechea fue el héroe de la noche atajando las penas máximas lanzadas por Roberto Donadoni y Aldo Serena, mientras que los argentinos batieron a Walter Zenga en sus cuatro intentos, gracias a José Serrizuela, Jorge Burruchaga, Julio Olarticoechea y el mítico 10 del equipo, Diego Maradona, que capitaneó a su selección aquella noche.

Alegría momentánea

Los hinchas argentinos celebraron en las calles la clasificación para la final mundialista y Bauza pudo disfrutar del momento con sus compañeros, aunque la alegría se convirtió en pena apenas unos días más tarde, cuando la República Federal Alemana se impuso 1-0 en el último partido, con un penal transformado por Andreas Brehme en la recta final.

Bauza recordó aquel partido de Nápoles y la curiosidad de que una vez más se enfrentará a Ancelotti en un Mundial con ambos en el banquillo, aunque ahora no como jugadores, sino como entrenadores de clubes. "Es una anécdota, nada más. En el otro banquillo estará sentado uno de los mejores técnicos del mundo. Lo que ha logrado con este equipo es muy valorado. La gente que entendemos algo de esto sabemos lo complicado que es lo que él hace", destacó 'Patón' en su conferencia de prensa del viernes en Marrakech.

afp