La Fiorentina sorprendió con una victoria contundente (3-0) en su visita a la Roma, este jueves en la vuelta de los octavos de final de la Europa League, con lo que se clasificó brillantemente para los cuartos.

Los tantos del equipo de Florencia en el Olímpico de la capital fueron conseguidos por el argentino Gonzalo Rodríguez (minuto 9 de penal), el español Marcos Alonso (18) y el mexicano José Basanta (21). Después del 1-1 conseguido en la ida como visitante, la Roma parecía favorito para lograr el billete a cuartos, pero quedó muy lejos del objetivo tras su pésimo inicio de partido, en el que su rival fue un huracán. Terminó incluso el partido con uno menos por la expulsión del serbio Adem Ljajic en el 88.

La Roma vive así una semana de pesadilla, con una segunda derrota consecutiva en el Olímpico, en apenas cuatro días. El lunes había caído 2-0 ante la Sampdoria y había renunciado prácticamente a la lucha por el título de la Serie A, donde es segundo pero ya a 14 puntos del líder Juventus. Ahora queda eliminado en la Europa League, su gran esperanza de brillar esta temporada.

La Fiorentina, quinto clasificado en el 'Calcio', volvió a conseguir un triunfo de prestigio. En la ronda anterior había dejado fuera a otro de los favoritos del torneo, el Tottenham inglés. La Roma se estrelló por segunda vez consecutiva ante la Fiorentina, que ya le había eliminado en los cuartos de final de la Copa de Italia.

El griego Jose Holebas cometió un penal evitable y Gonzalo Rodríguez anotó dos veces el penal (9), cuyo lanzamiento tuvo que repetir por la entrada de jugadores en el área. Nueve minutos más tarde, el arquero Lukasz Skorupski cometió un gran error. No agarró un balón y lo dejó suelto en área, para que Marcos Alonso, muy atento, se lo robara y marcara a placer el 2-0 en el 18.

Los tifosi demuestran su enfado

Con la Roma perpleja y hundida, llegó el tercero, con Basanta (21) rematando de cabeza en un saque de esquina, rodeado de cinco contrarios que no pudieron evitar el gol del argentino nacionalizado mexicano. Rudi Garcia movió su dibujo y reemplazó a un defensa, Vasilis Torosidis, por un atacante, el argentino Juan Iturbe, pero su equipo no encontró el camino del gol.

En la segunda parte, en un ambiente muy hostil, la hinchada de la Roma y especialmente la "Curva Sur", donde están los 'tifosi' más radicales, mostraron su gran enfado con la deriva del equipo. La expulsión de Ljacic simbolizó la pérdida de nervios del equipo, ya en el 89 y con todo perdido.

La Roma tendrá que levantarse ahora para intentar defender su segunda posición en la Serie A, que clasifica directamente para los grupos de la próxima Liga de Campeones. Sólo tiene un punto más que el tercero, la Lazio, cuatro sobre el Nápoles (4º) y cinco sobre la Fiorentina (5º), su maldición de lo que va de curso.

afp/livefutbol