02.07.2015 13:07 h

Argentina y Chile velan armas para la final

La selección argentina se entrenó el miércoles en Concepción. (Foto: Imago)
La selección argentina se entrenó el miércoles en Concepción. (Foto: Imago)

El reloj en cuenta regresiva, las horas son pocas para descansar, recuperarse y entrenar, y al mismo tiempo pasan lento para controlar la ansiedad de la final de la Copa América, con Chile buscando su primer título, igual que Lionel Messi con Argentina.

El Estadio Nacional de Santiago estará a reventar el sábado con la mayoría gritando el popular "Chi Chi Chi, le le le", pero también con muchos argentinos que se esperan en bandada, cruzando la cordillera de los Andes para el evento. La final es la primera que enfrentan estas selecciones en la historia de la Copa América. En 1955, cuando el torneo se llamaba Campeonato Sudamericano y se jugaba en la modalidad todos contra todos, la albiceleste fue campeona y La Roja segunda.

Argentina quiere además poner fin a la sequía de 22 años sin títulos internacionales, desde la Copa América de Ecuador-1993, y borrar la amargura de la final del Mundial de Brasil-2014 perdida contra Alemania. Messi, el cuatro veces mejor jugador del mundo, aún no celebra un título con la selección mayor. Que diferente su historia con el Barcelona, con la que ya lo conquistó todo. Y después de aplastar a Paraguay en la semifinal por 6-1 en un derroche de buen fútbol, Argentina llega como favorita.

"Nos vamos a enfrentar a una selección a nivel mundial, es una de las mejores, pero en la final no hay nada escrito nada te puede garantizar nada aunque lleguen con el papel de favorito, estamos en nuestra casa con nuestra gente y algo tenemos que decir", afirmó el defensa chileno José Rojas.

La selección argentina se entrenó el miércoles en Concepción (sur), donde selló su pase a la final y viajó en la tarde a la capital chilena, donde continuará su preparación hasta la final.

Terminarán de explotar Messi y Alexis

Chile se enfrenta al mayor desafío de su historia futbolística con una generación dorada de jugadores que ahora deberá enfrentar en la final a Messi y su séquito de estrellas como Sergio Agüero, Angel di María y Javier Pastore. Y frente a tamaño ataque, Chile busca reconstruir su defensa, criticada tras la semifinal con Perú en la que la ausencia de Gonzalo Jara desequilibró el sector que había jugado de forma regular.

Y la gran pregunta que todos se hacen, argentinos y chilenos, es si Lionel Messi y Alexis Sánchez terminarán de explotar. El capitán argentino, enemistado con el arco después de marcar de penal en el 2-2 con la albirroja en el debut en la primera fase, fue el director de la orquesta que demolió a goles a Paraguay, comandando el juego ofensivo con el más fino compás posible, teniendo una participación directa en las seis anotaciones. Pero nuevamente, el '10' se fue sin su gol. ¿Llegará el gol en la final? "Ojalá, ojalá, y si no, no pasa nada, es lo de menos", dijo el martes.

¿Y el niño maravilla? Alexis Sánchez no termina de convencer y llega a la final frustrado con su juego. Alexis apenas ha marcado un gol, en el empate 3-3 con México en la primera fase, pero sus actuaciones apenas han incidido en el desarrollo del juego chileno, muchas veces abusando del protagonismo particular, distante al Alexis del Arsenal inglés, el participativo, el que encajó como bujía en el juego colectivo.

Frente a los incas su balance no fue el balón: pases erráticos, balones perdidos, vértigo improductivo y sólo un remate al arco con peligrosidad, que derivó en la primera anotación de Eduardo Vargas.

El reloj sigue su marcha

Sin el mayor entusiasmo, Paraguay y Perú terminan igualmente de preparar el partido por el tercer puesto, con los ánimos golpeados por la eliminación. Paraguay la lleva peor con ese demoledor 6-1, mientras que Perú tiene el orgullo herido por la derrota ante un Chile al que empezó dominando hasta que perdió un hombre.

"Estamos para más", lanzó el DT de Perú, el argentino Ricardo Gareca después de esa derrota por 2-1. "Esto nos va a permitir crecer, si sabemos capitalizarlo y sabemos que podemos", añadió.

Perú y Paraguay llegaron a la Copa con un signo de interrogación enorme y con un plantel plagado de jugadores que fracasaron en el proceso eliminatorio a Brasil-2014. Pero quedaron entre las cuatro mejores del continente, lo que deja abierto una sensación de esperanza.

El reloj sigue su marcha, 48 horas y contando... tic, tac.

afp/livefutbol