La policía de Londres anunció este jueves el arresto de siete ultras tras los enfrentamientos del miércoles durante el encuentro de la Copa de la Liga entre el West Ham y el Chelsea.

Las peleas comenzaron en el Estadio Olímpico al final del partido ganado por el West Ham (2-1) y la policía tuvo problemas para separar a las hinchadas rivales, que se lanzaron objetos y asientos de las gradas. Ambos clubes condenaron los hechos. Para este derbi de Londres la policía había previsto medidas especiales. Según las fuerzas del orden, se prohibió la asistencia a 30 ultras, lo que no evitó los enfrentamientos cuando los 'Hammers' ganaban 2-0.

Finalmente la policía detuvo a siete personas por perturbar el orden público. Se encuentran en diferentes comisarías. El comandante encargado de la seguridad del partido explicó en un comunicado la apertura de una investigación: "Una minoría de espectadores tenía claramente la intención de provocar incidentes violentos".

Un aficionado del Chelsea, Paul Streeter, dijo a la BBC que junto a su hija de 8 años recibió el lanzamiento de objetos y monedas. "Nunca había tenido una experiencia tan violenta, queremos ir hasta el final en este caso, es indignante", señaló. El West Ham indicó que colabora con la policía y el Chelsea "para identificar a los implicados y prohibirles la entrada de por vida a las gradas".

Antonio Conte, el entrenador del Chelsea, declaró: "En Inglaterra estamos más acostumbrados al buen ambiente, este país es fantástico desde ese punto de vista, siento mucho esta situación". Desde la mudanza del West Ham esta temporada al Estadio Olímpico de Londres 2012 varios encuentros se han visto perturbados por las peleas en las gradas o en los alrededores del campo.

A principios de octubre, en un partido frente al Middlesbrough, la prensa británica publicó que un aficionado del 'Boro' fue apuñalado y otro herido con una botella.

afp/livefutbol