El Huesca logró su primer triunfo (0-2) del año ante el Córdoba, en un encuentro marcado por la encrespada afición del Arcángel que pidió la dimisión del máximo accionista y de los directivos por la mala marcha del equipo.

El Huesca tomó los mandos del partido aprovechando ese mal ambiente y desde el inicio buscó el área rival. El Córdoba sufría con la posesión del esférico y tenía serios problemas en la creación.

Tras la reanudación salía con las ideas más claras el Córdoba que buscó con ahínco a un Piovaccari omnipresente pero sin acierto. Borja Lázaro aprovechó una contra para hacer un jugadón internándose en el área para poner el pase de la muerte a un Samu Sáiz que inexplicablemente falló a bocajarro a puerta vacía.

Seguía creciendo el Huesca y con la entrada de Álvaro Vadillo se volcó al ataque hasta que, a quince minutos del final, se ponía por delante en una buena contra en la que Samu Sáiz se resarcía de su error y brindaba una asistencia para empujar al ya mencionado Vadillo.

El  extremo sevillano también fue el autor del segundo tanto a tan solo cinco minutos de la conclusión cuando un Córdoba completamente desestructurado buscaba a la desesperada el empate.

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