Nano Rivas fue presentado como entrenador del Nàstic de Segunda División tras el cese de Juan Merino como técnico del club catalán. El nuevo preparador del conjunto grana afronta el reto de la salvación con optimismo y confianza.

El exdefensa llegó cedido procedente del Getafe B, al que había entrenado hasta ahora en Tercera División. El Nàstic, que ocupa el puesto 19° y se halla en zona de descenso con 43 puntos, se mide el domingo ante el Girona con el objetivo de asegurar al menos los seis puntos en casa.

El técnico no tenía dudas de cuál era su objetivo principal. "Quiero ayudar a los jugadores a que estén convencidos de lo que hacen, aunque ya lo están. Les quiero transmitir confianza y tranquilidad. Para ello, necesitamos estar todos unidos", aseguró ayer el exjugador que es el tercer entrenador del club en lo que va de temporada tras Vicente Moreno y Juan Merino.

El que fuera segundo entrenador de Vicente Moreno la temporada pasada también se mostró "muy agradecido por la confianza que han depositado en mí. El Nàstic merece estar en Segunda por club y por jugadores. Estoy convencido de que esto va a ser así porque en dos días los jugadores me han demostrado que tienen ganas".

Respecto a cómo se produjo su llegada al club grana, el técnico explicó que todo fue muy rápido. "Me llaman para preguntarme si me haría cargo del equipo estas tres semanas y en ese momento yo no dudo. Tenía que contar con el beneplácito del Getafe y por ello me gustaría darles las gracias por todas las facilidades que me han dado. Tengo que decir que ojalá no hubiese venido, eso significaría que el Nàstic estaría salvado y viviendo una bonita temporada como la del año anterior", contó.

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