El Grupo G de la Copa del Mundo de Rusia 2018 será uno de los más disputados y encuadra a las selecciones de Panamá, Bélgica, Túnez e Inglaterra. Para los centroamericanos sería un logro histórico conseguir auparse a la segunda plaza y conseguir así estar presente en los octavos de final.

El Grupo G está llamado a convertirse en uno de los más disputados del campeonato y eso puede convertirse en una ventaja para la selección de Panamá que, a priori, es una de las más humildes de todas las que disputan el Mundial de Rusia. Los centroamericanos debutan ante Bélgica, uno de los combinados con mejores individualidades y con aspiraciones muy elevadas.

“Iremos al Mundial a aprender y a competir. Es una experiencia para disfrutar”, sentenció el técnico Hernán Darío Gómez que ya ha dirigido a cuatro naciones en una Copa del Mundo. A partir de esa máxima, el cuadro americano no puede perder la ilusión de ir partido a partido con su 4-4-2 clásico y su juego sólido de ayudas y salidas rápidas al contragolpe.

El equipo descansa sobre dos pilares básicos como son el defensa Román Torres y el centrocampista Gabriel Gómez, la cabeza pensante de los panameños sobre el verde. Gabriel Torres y Blas Pérez han sido los delanteros más usados en los últimos meses por el seleccionador y sobre ellos caerá la responsabilidad anotadora.

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Bélgica

Y es que Panamá se estrenará en un duelo de exigencia top ante la Bélgica de Roberto Martínez. El entrenador español fue muy criticado en su país por la incomprensible decisión de dejar en su casa a todo un emblema patrio como Radja Nainggolan. Aun así, el cuadro europeo posee nombres como para asustar, empezando por el guardameta Courtois que está considerado de los tres o cuatro mejores del mundo. 

El equipo belga acabó la clasificación imbatido y el ariete Romelu Lukaku se convirtió en el mejor goleador nacional de todos los tiempos. El sistema que más suele usar Martínez es el 3-4-2-1 con una defensa rápida y expeditiva como base. Vertonghen, Alderweireld y Kompany no disputaron el último amistoso 3-3 ante México pero van a ser fijos en el once.

Si hay una zona donde Bélgica tiene magia es en la medular con dos nombres que brillan por su calidad en equipos de la Premier League: Kevin de Bruyne, del Manchester City y Eden Hazard, el mediapunta del Chelsea. A Panamá no le quedará otra que preparar esta cita con especial atención a las ayudas en la zona ancha y la anticipación como arma para cortocircuitar el ataque de fantasía del rival.

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Inglaterra

Pero ojo que este grupo tiene a otro combinado que por historia y tradición debería estar en la siguiente fase. Es la Inglaterra de Gareth Southgate. La selección inglesa hace mucho que no hace nada importante en una cita mundialista a pesar de estar presente en todas las quinielas de los posibles ganadores. No por ello hay que descartarla de las rondas finales.

También juega con un 3-4-2-1 y sus características más importante son la velocidad de desborde y la juventud. No han perdido un solo partido de clasificación para ningún gran torneo desde octubre de 2009. Eso sí, la experiencia en la última Eurocopa cayendo a manos de Islandia, ha provocado que la afición del país ande un poco escéptica con los suyos.

Tras la era Rooney, llega la hora del delantero Harry Kane. Todo un símbolo de los Spurs y un goleador con olfato y talento. Los equipos del Viejo Continente se mueren por sus huesos y ya ha sonado para equipos grandes como el Madrid.

Marcus Rashford será el hombre a seguir en las filas del equipo británico. El del United es un gran atacante con muchos recursos a la hora de encarar pero no es el único jugador a tener en cuenta. Danny Welbeck, Jamie Vardy, Raheem Sterling o Dele Alli prometen ser una pesadilla para cualquier zaga.

Si Panamá quiere sacar puntos ante el cuadro de Reino Unido tendrá que sacar lo mejor de su esquema en labores defensivas con especial cuidado en los laterales y compactar las líneas. En defensa Inglaterra es un conjunto que consigue minimizar los daños y cerrarse bien por lo que la dificultad será máxima.

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Túnez

Los panameños pondrán el broche final al grupo con el rival en un principio más asequible: Túnez. Los africanos vuelven tras 12 años de ausencia y lo hacen con la ilusión de mostrar una buena imagen. Nabil Maaloul lleva en el cargo de seleccionador desde abril de 2017 y ha sido clave en la clasificación de los suyos para la fase final con un 4-2-3-1.

En ese esquema son constantes las subidas de los carrileros para realizar labores ofensivas y poner centros laterales al área. El jugador a seguir en este combinado es Ali Maaloul del Al Ahly de Egipto, porque de él nacen muchas transiciones de ataque. Es por lo demás un equipo que suele sufrir mucho ante rivales de entidad en cuanto sale del continente africano. Naïm Sliti y Khazri (ambos franceses) aportan visión de juego y habilidad.

El tercer partido se antojará vital para los de Hernán Darío Gómez que podrían alcanzar una hipotética clasificación si consiguen derrotar a los tunecinos. Será un duelo de iguales en el que los panameños deberían salir sin complejos y sin especulaciones para probar a una defensa que no posee el nivel de Bélgica, ni Inglaterra. 

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Jesús Lorente