El técnico del Borussia Dortmund Thomas Tuchel reconoció este viernes que sería un "ingenuo" si pensara que su futuro en el club está asegurado, tras las divergencias hechas públicas con los directivos del equipo.

Interrogado por su destino la próxima temporada, el entrenador respondió: "No soy el buen interlocutor para hablar de eso (...) Sería ingenuo de mi parte, tras esta semana, decir: "'continuamos de la misma manera'".

"Si me hubiesen preguntado hace unas semanas, habría dicho: "estoy casi seguro de que seré el entrenador la próxima temporada", señaló en rueda de prensa en la víspera del penúltimo partido de la Bundesliga que su equipo jugará contra el Augsburgo. "¡Hubo tantas falsas verdades esta semana!. Los límites que puedo aceptar han sido superados", prosiguió.

La prensa alemana afirma desde hace una semana que el entrenador, de 43 años, abandonará el club a finales de la campaña, sea cual sea el resultado, debido a las diferencias profundas con el director ejecutivo Hans-Joachim Watzke, apoyado por su presidente y director deportivo.

Watzke eligió publicar una entrevista explosiva el sábado pasado, varias horas antes de un partido decisivo, para hacer público las "claras divergencias" con Thomas Tuchel por la decisión de disputar el partido de ida ante el Mónaco el 12 de abril, menos de 24 horas después de que se produjera el atentado con bomba.

Hasta el momento, Tuchel nunca había respondido al respecto. Su contrato se termina en junio de 2018, pero el técnico no se hace ilusiones: "La renovación de un contrato no es un diploma o una medalla que le cuelgan alrededor del cuello. Se necesita conversaciones de igual a igual, un acuerdo sobre un camino común."

Tuchel, que llegó al club en 2015 para sustituir al carismático Jürgen Klopp -que se fue al Liverpool-, no fue atacado por los resultados deportivos. El club está en posición de clasificarse para la Liga de Campeones y disputará la final de la Copa de Alemania contra el Fráncfort el 27 de mayo.

afp/livefutbol