El FC Astana, invitado sorpresa de la Liga de Campeones apenas seis años después de su fundación, se dispone a intentar empezar a hacerse un nombre en el fútbol europeo, simbolizando la pujanza de nuevos equipos en la más prestigiosa de las competiciones de clubes.

Será en Lisboa, frente al Benfica el próximo martes, cuando este equipo descubra la competición reina a nivel europeo, una novedad en un club que procede de esta vasta exrepública soviética rica en hidrocarburos, que no se afilió a la UEFA hasta 2002.

El FC Astana, que dispone de un estadio de 30.000 plazas, obtuvo su clasificación ganando el campeonato kazajo por primera vez en su corta historia la temporada pasada y, después, superando tres rondas previas ante los eslovenos del Maribor, los finlandeses del HJK Helsinki y los chipriotas del Apoel.

Encuadrado en el grupo C, el FC Astana se dispone ahora a desafiar a tres clásicos del fútbol europeo: Atlético de Madrid y Galatasaray, además del Benfica. "Para nosotros es un gran paso el simple hecho de llegar hasta aquí, de enfrentarnos a estos equipos, aunque algunos puedan decir que este momento ha llegado demasiado pronto para nosotros", aseguró el entrenador, el búlgaro Stanimir Stoilov.

Subiendo a una velocidad de vértigo

El club que lleva los colores de la bandera nacional (amarillo y azul), nació en 2009 por voluntad del todopoderoso presidente kazajo Nursultán Nazarbayev, de 75 años, y financiado por Samruk-Kazyna, el fondo soberano del país, y ha pasado a una velocidad de vértigo del ostracismo al primer plano del fútbol europeo.

Una trayectoria comparable a la de la ciudad de Astaná, que seguía siendo hasta hace dos décadas una aldea rodeada de estepas, pero que a partir de 1997, cuando Nazarbayev decidió hacerla capital del país en detrimento de la metrópolis Almaty y su millón y medio de habitantes. Actualmente, Astaná cuenta con 600.000 habitantes y vive un proceso de pleno apogeo y ofrece una cara futurista, gracias a sus rascacielos diseñados por arquitectos de prestigio internacional, como el británico Norman Foster.

"Cuando (Nazarbayev) nos confió la misión de fundar un club susceptible de participar en las fases de grupos de las más grandes competiciones europeas, muchos pensamos que era irrealista", recordó el mánager general del FC Astana, Kaisar Bekenov. "Los hechos nos han desmentido. Somos un país emergente. Tarde o temprano, teníamos que entrar en el mundo del 'gran' fútbol", añade.

Herramienta para promover imagen de Kazajistán

"Los clubes de fútbol de Kazajistán suelen estar financiados por grandes empresas públicas, como en la época soviética. La diferencia hoy es que el gobierno ha tomado consciencia de la oportunidad que el fútbol representa en términos de márketing", explicó a la AFP Manuel Veth, responsable de la web Futbolgrad, dedicada al fútbol de la época post-soviética.

"En este sentido, el FC Astana constituye una herramienta importante para promover la imagen de Kazajistán en el extranjero", añade este especialista, que ya imagina a este club o a su principal rival, el FC Kairat Almaty (que estuvo a punto de clasificarse para la fase de grupos de la Europa League), salir del anonimato y construirse una creciente reputación en los próximos años.

No obstante, al FC Astana aún le queda camino por recorrer en la edición 2015-2016 de la Champions para hacerse un nombre y que se cambie la imagen del país, que para muchos es hasta ahora la que daba el actor británico Sacha Baron Cohen en "Borat", una comedia en la que se presentaba a Kazajistán como un país retrasado y bárbaro.

Para ejemplo el del delantero alemán del Galatasaray Lukas Podolski, quien tras el sorteo publicó el mensaje en Twitter "No puedo esperar..." acompañándolo con una foto de "Borat" invitando a visitar el país. Poco después tuvo que pedir disculpas.

afp/livefutbol