03.10.2018 05:10 h

Gremio acaba con el sueño del Atlético Tucumán

Alisson enderezó el segundo gol del Gremio. (Foto: Getty)
Alisson enderezó el segundo gol del Gremio. (Foto: Getty)

El Gremio goleó este martes 4-0 al Atlético Tucumán y acabó con el sueño del modesto equipo del norte argentino, que cierra así su histórica campaña en la Copa Libertadores, donde los brasileños se verán en semifinales con River Plate en un emocionante duelo de tricampeones.

Pese al 2-0 en contra que traía de la ida, el 'Decano' salió mordiendo en Porto Alegre (sur), avasallando a unos locales que tardaron media hora en retomar el control y solo lograron adelantarse en el 36 gracias a Luan. El partido se rompería definitivamente poco después, cuando Lucchetti derribó a Alisson, provocando un penal y su expulsión. Cícero no falló y puso el 2-0 antes del descanso (45).

El portero Sánchez, que había ingresado por la exulpsión de Luchetti, en propia puerta causaría el tercero (53) ya en la segunda parte. La goleada la completó Jael en el 90+2, también de penal.

El Atlético Tucumán, que hace apenas tres años militaba en la segunda división argentina, cierra así la mejor campaña de su centenaria historia en la Copa Libertadores donde, pese a solo ser su segunda experiencia, logró eliminar en octavos al poderoso Altético Nacional de Medellín, campeón en 2016.

Llevaba el 'Decano' 116 años esperando por esta noche, por llamar a la puerta de la semifinales de una Libertadores que hasta la temporada pasada había visto solo por televisión. De poco importaba que enfrente estuviera el vigente rey y que los dos tantos a remontar fueran el Everest; los tucumanos iban a dejarse el alma en el gramado como si fuera la última vez.

Les había costado un siglo llegar hasta allí y, si se iban, lo harían peleando. Así lo anunció Acosta recién iniciado el partido con su primera visita al arco de Grohe. En la cabeza de los argentinos, que salieron en tromba, el partido había comenzado hacía horas mientras el Gremio parecía sorprendido ante tanto descaro en su propia casa.

Renato Gaúcho, obsesionado durante la semana en que sus jugadores no se confiaran, gesticulaba indignado desde el banco mientras Atlético Tucumán ponía el corazón en cada ataque. Pudo haberse llevado premio Acosta en otras dos grandes ocasiones, pero al cuento de la Cenicienta de esta Libertadores le había salido un gran obstáculo para su final feliz. Se llama Everton, tiene 22 años y muchas ganas de demostrar que es la última joya pulida en la misma factoría tricolor de la que salieron Arthur (ahora en el FC Barcelona) o su compinche de ataque Luan.

Artillero del equipo este año, el joven delantero está lanzado y fueron sus botas las que le abrieron el camino al Gremio hacia Lucchetti. Cada vez mordían más los campeones, pero los tucumanos seguían sacando petróleo de un medio campo descontrolado que bien podría haberles costado un disgusto.

Planes destrozados

Los gaúchos, sin embargo, siempre fueron más y la fortuna del ganador acabó viniendo a rescatarles. Fue en el minuto 36, cuando Luan volvió a ser el más listo del área y remató un cabezazo que Thaciano había mandando a las puertas de Lucchetti, poniendo el 1-0. El Gremio restablecía así el orden y le rompía el corazón a los albicelestes, que hasta entonces no habían dejado de creer.

Ahora la remontada parecía ya muy difícil, pero diez minutos después se convertiría en imposible después de que su veterano arquero derribara a Alisson en la entrada del área. El juez chileno marcó penal y, tras consultar al VAR, expulsó al guardameta dejando al 'Decano' con diez y el partido muerto. Cícero no tuvo piedad y mandó al descanso a un Tucumán desolado.

Con los planes destrozados y la ilusión consumida, a los argentinos la segunda parte se les presentaba como un suplicio. Y lo fue. A los ocho minutos ya habían encajado el tercero después de un tiro de Alisson que acabaron empujando dentro primero Lamas y después Sánchez.

Poco después volvía a llenarse el área de camisas tricolores con un contraatque en el que llegaron a ser cinco contra uno y que el mismo Alisson acabó perdiendo por muy poco. Para fortuna de los tucumanos, el Gremio bajó entonces el ritmo y solo completó la goleada con el tiempo cumplido después de que Jael convirtiera un penal que él mismo había sufrido de Cabral. Cumplido el trámite, los gaúchos ya le piden pista a River Plate.

afp/livefutbol