Los dos grandes equipos de fútbol rivales de Egipto se enfrentarán sobre el terreno de juego el sábado, por primera vez desde un partido en 2012 en el cual se produjeron incidentes que costaron la vida a 72 personas.

El Al Ahly jugará contra el Al Masry, pero el partido tendrá lugar sin público y en la ciudad de Guna, en el Mar Muerto, lejos del estadio de Port Said en el que habían estallado los incidentes violentos el 1 de febrero de 2012. Un total de 72 aficionados del Al Ahly habían muerto al final del partido, en un contexto de gran división de la población entre partidarios y opositores al régimen caído de Hosni Mubarak.

Las familias de los aficionados que murieron en 2012 hicieron un llamamiento a un boicot del partido del sábado, pero la dirección del Al Ahly decidió continuar adelante. "Este partido se jugará en interés del fútbol egipcio y los derechos de las víctimas serán respetados", afirmó el presidente del Al Ahly, Mahmud Taher. "Me da igual si juegan el partido o no (...) He perdido todo interés en el fútbol, ahora sólo me interesa el castigo (de los asesinos) de mi hijo", declaró por su parte a la AFP el padre de una de las víctimas, Metoualy Abdel Aziz.

El sábado tendrá también una nueva audiencia del juicio en el que 73 acusados, entre ellos 9 policías, están acusados de haber matado a los aficionados del Al Ahly. Los incidentes de Port Said son considerados los más sangrientos de la historia deportiva de Egipto. El régimen de Mubarak había caído un año antes, en 2011.

Desde 2012, la primera liga egipcia ha estado dividida en dos grupos, con el objetivo de asegurar que los dos clubes no tuvieran que enfrentarse salvo en el caso de una eventual final, que no se produjo. Para la temporada de 2015 ya sólo hay un grupo y por ello tiene lugar el partido del sábado.

afp