El popular The Strongest tropezó este viernes de local, al empatar 2-2 ante el modesto Nacional Potosí, en el arranque del campeonato boliviano Clausura 2014-2015, un torneo matizado por la presencia de técnicos extranjeros, principalmente argentinos, y crisis financieras en los clubes.

The Strongest, dirigido por el argentino Néstor Craviotto, cedió dos puntos en el estadio Hernando Siles de La Paz, y permitió la paridad en el minuto 82, cuando acariciaba la victoria. Para los locales, el ariete paraguayo Pablo Escobar abrió el marcador (12), subió la cuenta el criollo Rodrigo Ramallo (61), pero igualó con un doblete el brasileño Anderson da Silva (47 y 82).

En The Strongest debutaron sus dos principales contrataciones: el delantero argentino Bernardo Cuesta, procedente del peruano Melgar, y el defensa paraguayo Germán Centurión, ex 12 de Octubre de su país. The Strongest está clasificado a la primera fase de la próxima Copa Sudamericana y espera ser protagonista en el presente torneo. La apertura sólo estuvo a cargo de The Strongest y Nacional, mientras que otros dos partidos se cumplirán el sábado y tres más el domingo.

La gran novedad del presente torneo es el reemplazo de directores técnicos: 6 de los 12 planteles tienen nuevos adiestradores. Renovaron técnicos Wilstermann, Oriente Petrolero, Blooming, Sport Boys, Universitario de Sucre y Real Potosí.

Mandan los técnicos extranjeros

Sport Boys contrató al paraguayo Celso Ayala y Oriente Petrolero al argentino José Omar Basualdo, ambos exseleccionados en sus países. Ocho de los 12 equipos tienen técnicos extranjeros: los argentinos Basualdo (O. Petrolero), Craviotto (The Strongest), Juan Manuel Llop (Wilstermann), Juan Alberto Rossi (Real Potosí) y Claudio Marrupe (Universitario de Pando); el paraguayo Ayala (Sport Boys); el español Xabier Azkargorta (Bolívar); y el mexicano David de la Torre (Petrolero).

Sólo cuatro equipos tienen directores bolivianos: Teodoro Cárdenas (San José), Erwin "Platiní" Sánchez (Blooming), Julio César Baldivieso (Universitario de Sucre) y Marcos Ferrufino (Nacional Potosí). Además, el fantasma de las crisis financiera aún permanece en el campeonato boliviano, donde la mayoría de los clubes padecen serios problemas para cumplir el pago de salarios y perviven amenazas de huelga de parte de los futbolistas.

Esta semana la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) tuvo que sofocar a última hora una amenaza de huelga, pues Sport Boys prometió pagar salarios adeudados.

El presidente de la LFPB, Fernando Humérez, prometió este viernes que "este será el último torneo con sufrimiento para los clubes", pues su gestión diseña la aplicación futura de una suerte de "fair play financiero" para evitar, por ejemplo, que dirigentes hagan gastos excesivos.

afp