Málaga y Athletic de Bilbao han dejado la eliminatoria de cuartos de Copa con toda la emoción para la vuelta en San Mamés tras empatar a cero. El encuentro discurrió muy aburrido en la Rosaleda y la única opción de gol la disfrutó Ibai con un gran tiro que Ochoa mandó a saque de esquina.

Y es que tanto andaluces como vascos dejaron las ocasiones de gol y jugadas dignas de mención para otra ocasión. El partido fue un despropósito de balones perdidos y falta de concentración que no podían acabar de otra manera que no fuera el empate sin goles. Sólo los jugadores menos habituales le echaron ganas a un choque de ida que fue insoportable por tramos.

Tanto es así que, la única acción digna de mención, fue un tiro de Ibai Gómez que controló en la línea de tres cuartos por la izquierda y soltó un zambombazo con su pie diestro que buscaba la escuadra izquierda. Así hubiera sido de no ser por el enorme paradón de Ochoa que, hasta allí se estiró, para enviar a saque de esquina.

La única ocasión local la protagonizó Ricardo Horta con un tiro de falta desde el lateral izquierdo del área. El luso golpeó fuerte con la derecha y el cuero voló hasta el área pequeña donde Iturraspe tuvo que sacar la cabeza para desviar a córner. Estos dos acercamientos son lo más destacado del duelo que discurrió entre despropósitos en la medular y el fútbol embarullado.

Como nota positiva para el cuadro de Javi Gracia el regreso 10 meses después del argentino Fernando Tissone.

El centrocampista sustituyó a Juanpi en el 65, tras superar sus problemas de rodilla. De ahí al final el partido discurrió como hasta entonces con tiros lejanos como el de Amrabat que, desde la frontal disparó raso, pero a la izquierda de la portería, y medias llegadas que apenas inquietaron a los guardametas. Con estas tablas en el electrónico queda todo por decidir el próximo jueves 29 en Bilbao.

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