17.09.2015 11:28 h

Independiente sigue en Sudamericana

La hinchada de Independiente está de enhorabuena tras el pase de su equipo. (Foto: Imago)
La hinchada de Independiente está de enhorabuena tras el pase de su equipo. (Foto: Imago)

Independiente de Argentina armó una 'diablura' sobre la hora para batir 1-0 a Arsenal tras empatar en el choque de ida 1-1 y saltar a octavos de final de la Copa Sudamericana 2015, llave en la que deberá eliminarse con el paraguayo Olimpia.

El gol de los 'diablos rojos' sobre la hora lo marcó Lucas Albertengo, a los 87, ante unas 25.000 almas en el estadio Libertadores de América de la ciudad de Avellaneda (periferia sur). Albertengo tocó al fondo del arco dentro del área chica, como fruto de una excelente jugada que armaron Matías Pisano y Cristian 'Cebolla' Rodríguez.

Olimpia es el club que compite históricamente con Independiente por la corona de "rey de copas", en base a las robustas colecciones de títulos de ambos en décadas pasadas. Los paraguayos avanzaron a octavos al vencer 2-1 en tierra ajena a las Águilas Doradas de Colombia, tras empatar 1-1 en Asunción.

Hace cinco años, el club de la ciudad de Avellaneda ganó por única vez la Sudamericana. En 2007, el mundo del fútbol afuera de Argentina preguntaba ¿de qué club me habla? cuando el ignoto Arsenal le ganó la final de la Sudamericana al América de México.

Largos pasajes del encuentro estuvieron dominados por el síndrome de 'la mosca tse-tse', la que produce la enfermedad del sueño. El tedio se quebró apenas con un tremendo derechazo de Jesús Méndez de 25 metros que el guardavallas arsenalista Esteban Andrada desvió al córner en acrobático vuelo.

No encontraba con quien armar una jugada atractiva el mediocampista Martín Benítez, al que llaman 'el diamante' rojo. No supo encontrar socio en Pisano, otro malabarista del balón. El uruguayo Diego Vera se recostó demasiado como un puntero derecho, sin desequilibrar. El resultado fue un Independiente inofensivo.

Poco aporte en ataque

Nada brilló tampoco en la escuadra que llaman del 'Viaducto', sistema que corre paralelo a su estadio en el vecino barrio de Sarandí. Sólo el chileno Matías Campos Toro trataba de enhebrar alguna maniobra con sentido común, merced a su sabio botín. Sabiduría, pero sin fogosidad.

El problema de los celestes con la banda roja es que el calvo atacante uruguayo Santiago Silva quedó aislado y acorralado por los cada vez más eficaces centrales 'rojos' Hernán Pellerano y Nicolás Tagliafico. Era una noche pacífica para el guardameta local Diego Rodríguez. Pero una salida en falso, a 'cazar mariposas' como se dice en la jerga futbolera casi le cuesta un gol cuando el colombiano Santiago Tréllez cabeceó afuera con la valla desguarnecida.

Muy firme estuvo en la retaguardia arsenalista Federico Milo, sin dar ni un centímetro de ventaja a los delanteros de los 'diablos rojos'. Así como le sucedía a Silva, el centrodelantero Juan Lucero también quedó sólo en el área contra el resto del mundo.

Iván Varga, Miguel Caneo y Federico Lértora tejieron una telaraña de contención. No parecía Arsenal decidido a tomar riesgos. Le estaba diciendo adiós a la Copa, pero temeroso de romper el orden que le impuso su histriónico DT, Ricardo Caruso Lombardi. Con un gol le bastaba para patear el tablero. Tardó en ir a buscarlo sin miedo. De a poco amontonó gente arriba e hizo llover centros.

El DT Mauricio Pellegrino también pareció decirle a sus hombres que no valía la pena regalar nada porque el 0-0 los llevaba sin angustia a los octavos de final. El entrenador buscó oxigenar a su equipo y acertó con la entrada del uruguayo Rodríguez y el gol de Albertengo que liquidó el pleito.

afp/livefutbol