Las joyas del fútbol nigeriano Kelechi Nwakali y Victor Osimhen se quedaron este domingo con el balón y botín de oro, respectivamente, de la Copa del Mundo Sub-17 de Chile-2015, tras la final del torneo en la que Nigeria venció a Mali 2-0 para ser pentacampeón de la categoría.

Con diez tanto en siete encuentros, uno de ellos en la final ante Mali, Victor Osimhen acaparó las miradas y se quedó con el balón de plata (segundo mejor jugador del Mundial) y el botín de oro como máximo goleador de la competencia, con diez tantos. 

Un hito que lo dejó como máximo artillero en la historia de mundiales de la categoría y le valió el balón de plata del torneo. Terror de las defensas rivales, Osimhen conjugó durante todo el torneo potencia y precisión en sus remates maravillando a los espectadores a lo largo de Chile.  Pero que sería de Osimhen sin el juego de Kelechi Nwakali, que haciendo honor al '10' de su camiseta hilvanó durante el certamen jugadas dignas de astros del fútbol mundial.

Y si del lado de Nigeria estuvieron los goles, Mali tuvo en su camino a la final atajadas que le valieron a Samuel Diarra el guante de oro.

Mientras que el premio consuelo para Sudamérica, en un Mundial para el olvido con pálidas actuaciones de sus equipos, fue la obtención por parte de Ecuador del premio al juego limpio. Más allá de los premios individuales, el Mundial fue un festín para decenas de contratistas y emisarios de equipos -en su mayoría europeos- que buscan reclutar estos 'diamantes' para pulir sus habilidades y tal vez acelerar el surgimiento de un nuevo astro mundial.

afp/livefutbol