13.04.2017 09:45 h

El Palmeiras arranca victoria 3-2 a Peñarol

El Palmeiras arrancó una emocionante victoria de 3-2 en el último suspiro al Peñarol uruguayo en el encuentro disputado en su estadio de Sao Paulo por la tercera fecha del Grupo 5 de la Copa Libertadores 2017, que le permitió arrebatarle el liderato in extremis al Jorge Wilstermann boliviano.

Dijo el veterano Felipe Melo, al que los charrúas ya habían tomado la matrícula por unas desafortunadas declaraciones, que toda precaución contra Peñarol era poca, y no se equivocaba.

Al peso de la camisa de los pentacampeones de la Libertadores se sumaban las dificultades que ya se había encontrado el Palmeiras en su estreno en casa, cuando solo un gol en el descuento le permitió sumar su primera victoria ante el Wilstermann. No sabía nadie por entonces que la historia iba a repetirse.

Pese al gran momento de los vencedores del pasado Brasileirao, que en 2016 lograron su primera liga tras 22 años de sequía, el camino no está siendo nada fácil hacia su soñada segunda Libertadores.

Bien armado en defensa, el 'carbonero' salió con las ideas muy claras al Allianz Parque: dejar que los locales tomaran el mando tratando de atenazarles en defensa. Pareció en un principio que la apuesta, acompañada de una fuerza excesiva en el marcaje, les iba a salir cara, pero al 'Verdao' le faltaba genio.

Y el premio gordo les salió cumplida la media hora, cuando tras un saque de córner desde la derecha, Ramón Arias voló sobre el área brasileña para batir de un potente testarazo a Prass poniendo el 1-0. Sabía el Palmeiras, y sus más de 38.000 apasionados hinchas, que esto podía pasar, que los uruguayos se lo jugarían todo al balón parado, pero no por ello dolió menos el golpe.

Aturdidos, a los locales se les fueron las luces y, por muy poco, Peñarol no aprovechó el apagón para aumentar la ventaja. Desde luego, no era así como el 'Verdao' había planeado arrasar en una Libertadores que, según el venezolano Guerra, sería un "fracaso" no ganar. Y, tras el descanso, se puso manos a la obra.

Los brasileños salieron volando del vestuario y no se había cumplido ni un minuto cuando Borja avisó de que se habían cambiado las cosas. Al colombiano pudo frenarle Guruceaga, pero el joven arquero uruguayo no llegó a parar a Willian segundos después, cuando aprovechó una bola que había dejado suelta en el área el propio Borja.

Mentalidad ganadora

Con el empate, el Palmeiras se quitó un enorme peso de encima y no quiso esperar para arreglar los desperfectos de una primera parte que pudo haberle costado muy cara. Consciente de que una victoria valía el liderato, Guerra se lanzó entonces en una veloz carrera por la izquierda, que acabó en un pase cruzado a Dudu para que pusiera el 2-1 con el arco descubierto.

En cinco minutos, el 'Verdao' le había dado la vuelta al partido y, podría haberlo cerrado definitivamente poco después si Borja no hubiera dado la sorpresa al fallar un penal que el juez colombiano le pitó Petrik por derribar a Dudu en el área.

Pero no era la noche del fichaje estrella del 'Verdao', que mandó el balón demasiado alto, y se marchó todavía mascullando su frustración al ser sustituido por Michel Bastos. Era consciente el campeón el año pasado con el Atlético Nacional de que el partido no estaba cerrado y que un tanto no era demasiada renta contra un equipo aguerrido como Peñarol.

Tenía razón. Ya se enfilaba el cuarto de hora final cuando un saque de falta que pasó por la cabeza de Quintana, acabó encontrando a Gastón Rodríguez colocado con astucia al lado del arco de Prass para poner el empate. Al rescate del 'Verdao' vino entonces un descuento eterno en el que Fabiano aprovechó un córner para arañar una remontada que deja muchas dudas entre los brasileños, pero que les valió el liderato del Grupo 5.

Con siete puntos, el Palmeiras superó por uno al Jorge Wilstermann, que el martes se había impuesto al Atlético Tucumán por 2-1. Los bolivianos son segundos seguidos de Peñarol, con tres, y de los argentinos con uno.

afp/livefutbol