El equipo de chicas del FC Barcelona se vio claramente superado (1-3) en la tarde de ayer en la ida de semifinales de la Champions League, ante el PSG. Las parisinas se mostraron muy superiores sobre el césped de un Miniestadi de récord, en el que se superó la cifra de mayor afluencia registrada en un encuentro de fútbol femenino.

Resultan incomparables ambos proyectos. La apuesta del PSG por el fútbol femenino supera con gran autoridad cualquier apuesta de clubes españoles por dicha competición. Atlético de Madrid y Barcelona, clubes dominadores de La Liga Iberdrola, disponen de muchísimos menos recursos que otros clubes femeninos en Europa, especialmente franceses.

En la tarde de ayer, a las 18h hora local se pudo ver tal diferencia. La autoridad monetaria se vio fielmente reflejada sobre el césped de la Ciudad Condal. El PSG consiguió la posesión desde el primer minuto para finalmente encerrar al Barcelona en su área sin prácticamente oportunidad de generar fútbol.

Las de Xavi Llorens, quizás algo superadas por el respeto ante el gran equipo francés, se mostraron faltas de confianza a la hora de competir ante las galas. En la primera parte, dos goles por parte de las sensacionales Cristiane y Delie, dos atacantes que ayer se entendieron sin piedad en el área culé. Delie en el 25, y Cristiane de cabeza diez minutos después, empezaron a escribir un triste destino blaugrana.

La segunda mitad, un calco de la primera

Tras el descanso el Barcelona no cambió su actitud. Continuaron luchando y peleando por el partido, sin rendirse pero sin mostrar gran mejoría en el juego. Fue en la segunda mitad cuando Cruz puso el 0-3 en el marcador y la estrella española Vero Boquete salió a escena, precisamente sustituyendo a la última goleadora.

La mejor noticia de la tarde llegó ya casi finalizando el tiempo reglamentario, cuando Bárbara marcó un gol que permite a las culés encontrar un resquicio de esperanza. Las de Patrice Lair son prácticamente imbatibles, circunstancia que las jugadoras barcelonistas conocen a la perfección. El Miniestadi (más de diez mil espectadores) aplaudió a las suyas con orgullo al finalizar el encuentro.

La victoria a la vuelta en París se antoja quimérica, pero las de Xavi Llorens no tienen intención de dejarse llevar. En la medida de lo posible irán a la capital francesa a dejarse todo por una final histórica, más aun que esta semifinal, que recordamos, es la primera a la que llega un conjunto español en la historia del fútbol femenino.

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