La prensa alemana debatía este miércoles las posibles tensiones en el vestuario del Bayern de Múnich, un día después de la goleada 5-0 ante el Besiktas en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, tras el descontento de Arjen Robben por su suplencia.

"Robben herido en su orgullo", titulaba la web alemana 'Goal.com', mientras que el gran diario muniqués 'Süddeutsche Zeitung' hablaba del "sufrimiento de Arjen Robben".

"Todos los jugadores quieren jugar partidos como éste y yo también. Cuando no juegas, te hace daño", afirmó el holandés de 34 años, tras un partido en el que comenzó en el banquillo y donde entró en juego por una lesión de un compañero, del colombiano James Rodríguez, en el minuto 43.

"Pero no voy a decir más, si no voy a encontrarme de nuevo en la oficina de Brazzo (Hasan Salihamidzic, el director deportivo del Bayern)", apuntó el jugador holandés, visiblemente molesto.

Su entrenador, Jupp Heynckes, defendió sus decisiones técnicas. "Tengo que gestionar y lo hago lo mejor que puedo. Todos deben aceptarlo. Punto final", afirmó cuando le preguntaron por las declaraciones de Robben.

Apagar el incendio

Varios diarios alemanes destacaban el miércoles que Heynckes "tomó el riesgo" de comenzar un partido de la Liga de Campeones sin Arjen Robben ni Franck Ribery en el once. El último en haberlo hecho, recordaron los periodistas, fue Carlo Ancelotti ante el París Saint-Germain en la fase de grupos de esta Champions, con derrota 3-0 de los bávaros. Esta vez fue sensiblemente mejor, con un triunfo 5-0 que deja el camino a cuartos de final muy encarrilado.

Thomas Müller, capitán del Bayern y autor de dos tantos ante el Besiktas, intentó ayudar a apagar el incendio. "El entrenador tiene el dilema de elegir, es algo difícil para él", subrayó. "Los suplentes nos hicieron bien. Arjen entró y nos aportó agresividad. Franck jugó también bien y siempre necesitamos ese pequeño suplemento de energía que viene del banquillo", afirmó.

afp/livefutbol