16.11.2018 21:39 h

Catar, "por el buen camino" tras ganar a Suiza

Once inicial de Catar en su visita a Suiza. (Foto: Imago)
Once inicial de Catar en su visita a Suiza. (Foto: Imago)

Catar, al que numerosos observadores ven como mero comparsa en su propio Mundial de 2022, dio la sorpresa el miércoles al imponerse en Suiza (0-1), 8ª selección mundial en la clasificación FIFA.

El partido disputado en Lugano fue sólo un amistoso, pero simbolizó un momento histórico para el fútbol catarí: por primera vez en su historia, Catar ganó un partido contra una nación europea, y en su casa. La selección 'granate' (96ª del mundo) nunca había derrotado a una selección tan bien situada en la clasificación FIFA.

La victoria, cuatro años antes del inicio del Mundial-2022, puede suponer la prueba de que el fútbol catarí ha dado un paso al frente y puede codearse con honor ante selecciones tradicionalmente superiores.

"Estamos en el buen camino", declaró a la AFP Xavi Hernández, refiriéndose a Catar, donde juega el excampeón del mundo y antiguo capitán del FC Barcelona. "Tenemos muchos jugadores talentosos y eso significa que (el seleccionador) Félix Sánchez realiza un muy buen trabajo", añadió Xavi.

Aunque la mayoría de las miradas dirigidas a la cita mundialista de 2022 se centran en los problemas extradeportivos (sospechas de corrupción, violación de derechos humanos, geopolítica regional), existe una cierta preocupación sobre el rendimiento en el terreno de juego del país anfitrión.

La no clasificación para el Mundial de Rusia supuso un fracaso estrepitoso para Catar, último de su grupo con más seleccionadores (3) que victorias (2).

El pequeño emirato será el primer país en albergar un Mundial sin haber participado nunca antes en la competición, desde que lo hiciese Italia... en 1934. Según los críticos, la eliminación refleja la falta de tejido futbolístico en este pequeño país, y Catar podría convertirse en la primera nación anfitriona en no ganar un solo partido en su propia Copa del Mundo.

Pero la Federación de Fútbol de Catar (QFA) decidió tomar medidas para enderezar el rumbo, y así optó por insuflar sangre nueva en la selección con jugadores más jóvenes. Otra decisión de calado, la voluntad clara de la QFA de promocionar a jugadores nacidos en Catar en lugar de llamar a jugadores nacionalizados.

Algo parecido se hizo con la selección del país de balonmano. En 2015, la selección de balonmano alcanzó la final de 'su' Mundial con un equipo de 'mercenarios'. Pero actuaciones discretas, como en los Juegos de Rio, impulsaron a la Federación de balonmano a conservar sólo a algunos jugadores nacionalizados.

Un fútbol emergente

No menos de nueve titulares en Lugano nacieron en Catar, y de los 23 miembros del grupo, 13 pasaron por la famosa academia Aspire. En la promoción de jóvenes jugadores tuvo que ver el español de 42 años Felix Sánchez, quien trabajó en la academia de Doha y con las selecciones Sub-19, Sub-20 y Sub-23. Sánchez es un hombre afable pero tímido, que se ve más cómodo a la sombra mediática.

Muchos creen no obstante que será sustituido antes del Mundial por un gran nombre, como pudiera ser Xavi, quien abrió la puerta a esa opción. Mientras, 2019 será un año importante para Sánchez y para su equipo.

En enero, jugarán la Copa de Asia en Emiratos Árabes Unidos, y, en el verano boreal, participarán en la Copa América como nación invitada. Estos dos torneos medirán los progresos reales de Catar.

Aunque la victoria ante Suiza no representa demasiado de cara a 2022, Catar puede apelar a la historia para aumentar la ilusión: en 1934, Italia, país anfitrión del segundo Mundial, ganó el trofeo en su primer intento.

afp/livefutbol