09.12.2018 13:30 h

La MLS se acerca a la élite de la mano de Sudamérica

El paraguayo Almirón es una de las estrellas sudamericanas de la MLS 2018. (Foto: Getty)
El paraguayo Almirón es una de las estrellas sudamericanas de la MLS 2018. (Foto: Getty)

La Major League Soccer, en otra época 'cementerio' de grandes glorias, lucha con éxito cada semana por quitarse ese estigma a los ojos del mundo. Debido a su fuerte inversión, a una creciente afición y a su sociedad con el fútbol sudamericano, puede gritar orgullosa que cada día está más cerca de las grandes ligas.

Grandes figuras como el inglés David Beckham, el colombiano Carlos Valderrama o el español Raúl González aterrizaron en la MLS para exprimir las últimas gotas de talento que quedaba en sus botines. Este año, el sueco Zlatan Ibrahimovic y el inglés Wayne Rooney siguieron sus pasos. Pero la MLS ya no era la misma que sus predecesores se habían encontrado.

El modelo del campeonato estadounidense ha cambiado. De estrellas pasadas a futuras estrellas. Mientras antes importaban leyendas, esta temporada la edad media de los jugadores que aterrizaron en Estados Unidos no llegó a los 25 años por primera vez en su historia.

Y buena parte de la responsabilidad recae en el Atlanta United del técnico argentino Gerardo Martino. Al Tata se le encomendó liderar en 2016 el nuevo proyecto del equipo de la ciudad de Georgia y en solo dos años se coronó campeón al derrotar 2-0 a Portland en la final con un plantel cuyo peso recae en jóvenes como el venezolano Josef Martínez y el paraguayo Miguel Almirón.

Además, el argentino Ezequiel Barco se convirtió hace unos meses en el fichaje más caro de la MLS al ser reclutado por Atlanta por una cantidad cercana a los 15 millones de dólares. Con solo 18 años y tras consagrarse campeón de la Copa Sudamericana. En otra época, su destino hubiera estado en Europa, pero se decantó por la MLS para ganar experiencia antes de cruzar al viejo continente, al igual que Almirón.

Una final 'latina'

Las plantillas de los finalistas contaron con un total de 17 futbolistas latinoamericanos y con nueve sudamericanos como titulares, una comunión perfecta que ha elevado el nivel general sobre el terreno de juego.

"A ojos de Sudamérica, la liga tiene cada vez más credibilidad y ahora cada vez más gente mira la MLS como un destino para venir mientras antes las prioridades eran otras", dijo antes de la última instancia el técnico de los Timbers, el venezolano Giovanni Savarese, quien desarrolló la mayor parte de su carrera en equipos estadounidenses.

"Creo que (la MLS) es una buena propuesta para mi tipo de juego y creo que esto me va a enseñar mucho (...) Vine acá a seguir mejorando, esto me va a ayudar mucho", apuntó a la AFP al principio de la campaña el uruguayo Diego Rossi, que decidió jugar en Los Angeles FC con 20 años antes de saltar a Europa.

Con más de 100 jugadores latinoamericanos ocupando las filas de cuadros estadounidenses, la MLS ha girado su mirada y virado su modelo hacia sus vecinos continentales. "Vamos a ver una de las mejores ligas del mundo en el futuro", aseguró en una entrevista reciente el brasileño Kaká, quien jugó tres años en el Orlando City.

De 14 a 27 clubes

En 2005, el campeonato contaba solo con 14 equipos. Este año jugaron 23 y ya hay asignados cuatro más para los próximos años. "En 2005 no sé si alguna vez hubiéramos dicho que estaríamos en la posición en la que estamos ahora. Hay docenas de grupos interesados en tener un equipo de expansión", apuntó el viernes el comisionado de la liga, Don Garber.

"No hay límites en cuanto a lo que la MLS puede ser. Cuando la fundamos, teníamos una visión de lo que podía ser (...) y lo que ha pasado es una declaración de que nuestro país es un verdadero país de fútbol", agregó.

El primer paso para este crecimiento: la construcción de estadios dedicados exclusivamente al fútbol. La MLS, con el estreno el próximo año del nuevo campo del Minnesota United, contará con 20 enclaves en los que solo se juega al "soccer". Y allí ya se han agotado los abonos de temporada.

"Cuando llegué (en 1999), esta era una liga que se había fundado casi para contraprogramar la temporada de la NFL, con los equipos compartiendo estadio. Nos dimos cuenta rápidamente de que ese no era un buen modelo", explicó Garber.

Seguir el ejemplo del Atlanta

El Atlanta, sin embargo, lo varió ligeramente y se ha convertido en un ejemplo: su dueño Arthur Blank construyó el Mercedes-Benz Stadium como la casa del United y de los Falcons de la NFL y el campo ha pulverido todos los récords de aforo para sus partidos de fútbol, llegando a los 73.000 en la final y con una media superior a los 50.000.

Para ello, Blank invirtió una cantidad cercana a los 1.000 millones de dólares y otros 60 para sus instalaciones de entrenamiento. El club es ahora el más valorado de la liga, con un precio estimado en 330 millones, y el valor medio de una franquicia de la MLS se sitúa ahora en 240 millones, un 7,6% más que en 2017.

Así, Atlanta fue el primer equipo en acoger a más de un millón de personas en su casa en temporada regular mientras el campeonato registró las mejores audiencias y los mayores beneficios de su historia.

En 1994, Estados Unidos albergó el Mundial por primera vez. Entonces, la copa sirvió como un trampolín que se quedó a medias. En 2026, volverá a acogerlo junto a México y Canadá. En ese momento, quizás, esté mirando de reojo a los grandes campeonatos del planeta.

afp/livefutbol