20.12.2018 21:02 h

Clubes de la cuenca del Ruhr despiden a la última mina

"Aquí el carbón, el acero, el fútbol y la cerveza son indivisibles. Impregnan nuestra cultura y nuestra comunidad". A los 59 años, el director ejecutivo del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, es de los que sentirán una punzada en el corazón el viernes.

Ese día, la última mina de la cuenca del Ruhr será tapiada para siempre. Pero el carbón, sangre y alma de la Alemania industrial desde el siglo XIX, dejará un gran legado popular: el fútbol.

"Sin esa historia minera no tendríamos los clubes que tenemos hoy, salidos directamente del mundo de la mina", confirma a la AFP Manuel Neukirchner, director del museo de fútbol de Dortmund.

Schalke (un barrio de Gelsenkirchen) y Dortmund son a día de hoy los portaestandartes de este Ruhr tan densamente poblado -cinco millones de habitantes. El Bochum y el Duisburgo, también de la región, se desempeñan actualmente en Segunda División.

Desde la Segunda Guerra Mundial la cuenca del Ruhr ha contado con 7 equipos profesionales. En Europa, solo Londres puede jactarse de tener más equipos en un área tan pequeña.

El miércoles el Schalke 04 invitó a 2.000 mineros a su partido contra el Bayer Leverkusen. Los jugadores vistieron camisetas en cuya parte delantera se leían nombres de pozos de la región. El sábado las estrellas del Dortmund llevarán en el pecho la inscripción: "Danke Kumpel" ("Gracias camarada").

"Estos homenajes a un mundo desaparecido llegan directamente al corazón de los aficionados", explica a la AFP Hartmut Hering, experto del fútbol local. "Para los clubes es un 80% de marketing y un 20% de convicción pero, al final, todo el mundo sale ganando. Los clubes saben que el respeto a la tradición es una condición para el apoyo de sus simpatizantes".

La soldaridad, un valor escencial

Porque en la cuenca del Ruhr el fútbol es más que una diversión de fin de semana. Para muchos es un lugar privilegiado de la vida social. La solidaridad, indispensable bajo tierra, es aquí un valor esencial. El público de Dortmund no eligió por casualidad el famoso "You'll Never Walk Alone" ("Nunca caminarás solo") del Liverpool para recibir a sus jugadores antes de cada partido.

"Los habitantes de (la cuenca del) Ruhr no son individualistas: no solo juegan al fútbol juntos, también viven el fútbol juntos", en torno a equipos que desempeñan a menudo un papel social con los más pobres, explica Manuel Neukirchner. El Schalke, con seis campeonatos de Alemania entre 1934 y 1942, fue el primer bastión del fútbol regional.

Pero no existe nada luego de la Segunda Guerra Mundial. El país está en ruinas, la gente tiene hambre. La única riqueza es el carbón de la cuenca del Ruhr, energía vital de la reconstrucción. Cientos de miles de migrantes acuden desde las regiones polacas perdidas por el Reich y se mezclan con la población local para extraer este oro negro. Para los hombres, el fútbol es casi la única distracción. Y el cemento de su nueva comunidad.

Centro europeo del fútbol

"Es la época en que las minas apoyan a 'sus' equipos, utilizando el carbón como producto de trueque por balones, camisetas, calzado o para compensar a los equipos visitantes", cuenta Hartmut Hering. "Los mejores jugadores gozan de puestos 'acondicionados' para poder entrenar. Y en estos años de escasez, los equipos reciben raciones extra de comida.

"El domingo todo el mundo estaba en el estadio y el lunes, en la mina, ¡donde solo se hablaba del partido!", explicó antes de su fallecimiento en 2015 Jule Ludorf, legendario futbolista de la posguerra. "En la época no podíamos permitirnos jugar mal, toda la familia estaba en las gradas".

Corazón de la Europa industrial, la cuenca del Ruhr también se convirtió en el centro de la Europa del fútbol en 1997, cuando el Schalke 04 y el Borussia Dortmund ganaron en una semana la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones respectivamente.

"Todavía se me pone la piel de gallina cuando hablo de eso", sonríe Manuel Neukirchner. "Los aficionados de ambos equipos, rivales, se hermanaron y compartieron un mismo grito de guerra: "¡Ruhrpott! ¡Ruhrpott!". Una expresión familiar que señala, para los habitantes del Ruhr, su antigua cuenca minera. Un último legado del carbón a la cultura popular.

afp/livefutbol