Ante la ausencia de Marco Verratti y Adrien Rabiot, a las que se ha sumado la de Neymar, el brasileño Dani Alves se ha convertido a sus 35 años en un 'parche' de lujo para la medular parisina. De su rendimiento dependerá si se trata de un remiendo o de una solución a largo plazo.

Se puede haber conquistado 38 trofeos, haber jugado 107 partidos con Brasil... y seguir aprendiendo en el oficio. Fijado en la banda derecha durante años, Alves descubre ahora en el París SG una nueva posición, en el centro del campo, como mediocentro defensivo, empujado por su entrenador Thomas Tuchel.

"Puede jugar de arquero, de '10' o de delantero, sé que puedo contar con él, que será muy profesional y que lo dará todo en la cancha", explicaba el técnico alemán antes del partido contra el Rennes (4-1).

El brasileño ya ha tenido que ponerse, una vez, los guantes de portero, la temporada pasada contra el Sochaux en la Copa de Francia tras la expulsión de Kevin Trapp. Esta vez, su reposicionamiento en el centro del campo es menos original... pero responde a la misma urgencia, antes del choque de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Manchester United, el 12 de febrero.

El esguince del tobillo derecho que sufrió Marco Verratti el pasado 19 de enero contra el Guingamp (9-0) y la decisión de apartar a Adrien Rabiot del plantel profesional desde hace más de un mes, después del fracaso de la negociación para la renovación de su contrato, han privado a Tuchel de sus dos jugadores elegidos para jugar por delante de la defensa. Otra opción, Lassana Diarra, no cuenta para el alemán y está cerca de dejar el club.

El París SG esperaba el marcado de pases de enero para reforzarse en esta posición, pero el club no parece haber satisfecho los deseos de Tuchel, que antes de Navidad reclamó "un segundo Verratti y un segundo Marquinhos".

Es cierto que al final llegó el argentino Leandro Paredes, por 47 millones de euros procedente del Zenit de San Petersburgo, pero el senegalés Idrissa Gueye, otra opción deseada, se quedó al final en el Everton. Sin olvidar que el objetivo número uno, el holandés del Ajax Frenkie de Jong, se decantó al final por el Barcelona.

En este tiempo, además, Neymar volvió a lesionarse en el pie derecho y no estará disponible hasta comienzos de abril. Para el puesto de mediocentro defensivo, Tuchel probó primero con un central (Marquinhos), después con un interior ofensivo (Julian Draxler) y al final con un lateral derecho como Alves. La necesidad en las próximas semanas no dejará a Tuchel mucho más margen de maniobra.

>>> La ficha de Dani Alves <<<

En este papel, Alves logró una bella asistencia a Neymar contra Guingamp, pero frente al Rennes tuvo que volver a ocupar un puesto en la banda derecha tras una primera parte bastante floja.

"Entiende el juego, siente el juego y tiene la valentía de actuar. Sabe cuando es necesario jugar fácil, quedarse con la pelota. No pierde la velocidad de nuestro juego", declaró Tuchel el pasado 22 de enero del antiguo jugador del Barcelona.

Sin embargo, para sus críticos la experiencia no es suficiente y le achacan su edad, la falta de velocidad y de contundencia en su juego para esa posición tan específica en la destrucción.

"En el campeonato (francés) es suficiente, pero no en la Copa de Europa", expone a la AFP el exdefensa parisino Alain Roche. "No tiene los reflejos de un mediocentro defensivo, eso se ve. Lo compensa con una gran generosidad. Pero al más alto nivel, esto tendrá sus límites. Nunca ha jugado de centrocampista".

Con la lesión de Neymar, que llevará seguramente a Tuchel a pasar del habitual sistema 4-4-3 al 4-4-2, el técnico alemán podría probar a Alves en una nueva posición este domingo en Lyon: interior derecha con el alemán Thilo Kehrer a su espalda como lateral. Todo ello con la mente puesta en Manchester, el gran objetivo el PSG esta temporada.

afp/livefutbol