El nuevo técnico del Celta de Vigo tiene una ardua tarea por delante en este tramo final de temporada. El conjunto gallego le ficha para alejarse del descenso a la Segunda División española que ahora se encuentra a sólo dos puntos. 

Fran Escribá está acostumbrado a convivir con el peligro del descenso, a saltar cada domingo a darlo todo desde la zona técnica para que sus futbolistas practiquen sobre el tapete lo que él les ha trasladado durante la semana. Llega a Vigo con la difícil tarea de convertir a un equipo acomplejado en un conjunto de hombres que vuelvan a sentirse a gusto con el balón y saquen del hoyo a una entidad que no quiere oír ni por asomo la palabra descenso.

Para que esto se dé, el preparador valenciano tiene mucho trabajo por delante en todos los sentidos. "A los jugadores los conozco perfectamente porque algo que hace un entrenador cuando no está en activo es estudiar a todos los equipos. Me falta la parte que en este momento de la temporada considero más importante, que es es ver su estado anímico. Son un buen equipo pero tantos golpes seguidos les está debilitando. El ver cómo se encuentran a nivel anímico es importante y sobre todo ver que hacer con ellos y ayudarles a que recuperen su nivel y revertir la situación", comentó a Radio 'Marca'.

Escribá dejó claro en su presentación que no es de los que necesitan mucho tiempo para pensarse las ofertas. "Cuando me llamó Felipe Miñambres fue una alegría. Estoy muy contento de estar aquí, con mucha ilusión, ganas de empezar y a su vez responsabilizado. Pero convencidos que lo vamos a hacer bien, de lo contrario no hubiéramos venido, y que lo vamos a salvar".

La planta noble celeste se ha decantado por un técnico con una dilatada experiencia en los banquillos españoles. Su trayectoria comenzó en 2004 en Getafe (volvió en 2015) y desde entonces ha pasado por los vestuarios del Valencia, el Benfica portugués, el Atlético de Madrid, el Elche y el Villarreal.

>>> La ficha de Fran Escribá <<<

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