02.06.2019 12:17 h

Klopp superó su gafe en la Champions

Catorce años después de conseguir su última Copa de Europa, el Liverpool volvió a levantar el sábado la 'Orejona' en el estadio Metropolitano de Madrid, acabando de paso con el gafe que parecía perseguir a su técnico, Jürgen Klopp.

"Esto es sólo el principio para este grupo", afirmaba Jürgen Klopp, en rueda de prensa tras alzar la sexta Copa de Europa de la historia de los 'Reds', mirando feliz a la celebración por todo lo alto que se vivirá este domingo en Liverpool tras la gesta frente a un heroico Tottenham (2-0).

"Quiero disfrutar", añadía el técnico alemán que tras dos asaltos fallidos en finales de la Champions, el último el pasado año frente al Real Madrid, por fin ha podido hacerse con la ansiada 'Orejona'. Klopp, llegado al banquillo del Liverpool en 2015, se había dado cuatro años para conseguir un título y mantuvo su promesa in extremis.

"Eterno Liverpool", titula este domingo el diario AS en su primera, destacando que ha sido "el fin de la maldición de Klopp".

Y es que desde que ganó la Copa de Alemania en 2012, Klopp había perdido después con diferentes equipos en finales de Liga de Campeones (2013, 2018), de Copa de Alemania (2013, 2014), de Copa de Inglaterra (2016) y de Europa League (2016).

Ni el Liverpool quiso ni el Tottenham pudo

"Orgullo red", lanza, por su parte, el rotativo catalán Mundo Deportivo, para el que "Salah de penalti, en el primer minuto, y Origi acabaron con el sueño del Tottenham". El penal por mano de Sissoko en el área, transformado por la estrella egipcia, fue el segundo tanto más rápido de la historia de las finales de 'Champions', pero también marcó el resto del partido para un Tottenham, que quedó noqueado y pareció sólo despertar en los últimos minutos del encuentro.

"Haber concedido ese penal nos ha cambiado los planes, ha sido difícil jugar a partir de ese momento", reconocía tras el partido el técnico del Tottenham, Mauricio Pochettino, que no pudo culminar la hazaña de alzar la Copa tras meter al equipo londinense en la primera final de Liga de Campeones de su historia. "Un penalti saboteó la final", titula el exdirector del diario AS, Alfredo Relaño, en una columna de opinión.

"Tuve lástima por Pochettino: tantas horas de trabajo, tantos detalles planificados para que nada más iniciarse la final te pase eso. Ahí se hundió, además, la final, porque en adelante ni el Liverpool quiso ni el Tottenham pudo", añadió Relaño.

Y es que el tempranero gol llevó al Liverpool a dejarse llevar tranquilamente, presionando lo justo para dificultar el juego del rival, y ver pasar los minutos, dejando la animación a los ruidosos aficionados de ambos equipos que llenaron las gradas del estadio Metropolitano.

Esto solo es el principio

"Fue una final sin fútbol, de dos colosos físicos pero que parecieron olvidarse de la pelota hasta el último cuarto de hora, cuando ya estaban rotos y el título era una moneda al aire", escribió este domingo en su columna el director del diario deportivo catalán Sport, Ernest Folch.

Esos últimos veinte minutos finales fueron los más animados cuando el Tottenham, sin nada que perder, se lanzó al ataque, pero se acabó encontrando con el segundo gol de Origi que sentenciaba el encuentro.

"El fútbol, en la final de la competición más mediática, fue escaso e indicativo de la tendencia actual", afirmó por su parte, el director de Mundo Deportivo, añadiendo que "es evidente que se impone un nuevo fútbol. Más intenso, más fuerte, más veloz y, sobre todo, con mucha mayor presión".

Con este fútbol, el Liverpool levantó su sexta Copa de Europa para culminar una gran temporada, en la que acarició el título de Liga, en la que quedó en segunda posición a un solo punto del Manchester City.

Los millones invertidos en estos años para fichar a hombres como el portero Alisson Becker, el pasado verano, el central holandés Virgil Van Dijk, el senegalés Sadio Mané o Salah han acabado por tener su recompensa.

A ello hay que añadir la perseverancia de un Klopp exponente de un juego ofensivo y atrevido. "Ganar está bien pero (...) estoy más interesado por nuestro crecimiento. Hemos ganado pero queremos seguir ganando. Esto es solo el principio para este grupo, su carrera está por delante", dijo Klopp, que ya mira a la final de 2020 en Estambul. "Es un objetivo, pero es difícil", concluyó el alemán el sábado tras la victoria.

afp/livefutbol