09.09.2019 17:30 h

Kosovo se permite soñar con su primera Eurocopa

Recién llegado a la escena internacional, Kosovo desafía el martes a Inglaterra con la vista puesta en la clasificación a la Eurocopa-2020. El pequeño país de los Balcanes es segundo en el grupo A tras sus victorias en Bulgaria y ante República Checa.

Taxista en la capital Pristina, Agim Neziri saca pecho tras el triunfo del sábado ante los checos (2-1) después de remontar un gol en contra: "¡Nuestro equipo es el Brasil de los Balcanes!".

Con dos millones de habitantes, Kosovo es neófito en el panorama internacional. Declarada en 2008, la independencia de este antiguo territorio yugoslavo de población mayoritariamente albanesa no está aún reconocida por Serbia, que hasta 2016 impidió que se le abrieran las puertas de la UEFA y de la FIFA.

Primera campaña de su historia, la fase de clasificación para el Mundial ruso fue un 'Vía crucis': un empate y nueve derrotas, tres goles a favor y 24 en contra.

Pero la llegada del entrenador suizo Bernard Challandes a comienzos de 2019 dio estabilidad al equipo. Para el principal periódico del país, Koha Ditore, él está "detrás de esta extraordinaria irrupción".

Los kosovares se presentarán en el estadio St. Mary's de Southampton con la moral por las nubes tras una serie de 14 partidos consecutivos sin derrota, iniciada con la primera victoria de su historia contra Madagascar en marzo de 2018 (1-0).

El equipo de Challendes empató además ante Dinamarca (2-2) y lideró su grupo en Liga de las Naciones. Pero de más peso fueron sus recientes victorias de cara a su presencia en la Eurocopa. En Sofía se llevaron la victoria en los últimos segundos (3-2), y después derrotaron a los checos llevando al delirio al estadio Fadil-Vokrri (2-1).

Y eso que ese triunfo llegó sin dos pilares, que causaron baja por lesión, el centrocampista del Reims francés Arber Zeneli y el delantero del Werder Bremen alemán Milot Rashica.

Ante los búlgaros como ante los checos, el goleador del Fenerbahçe Vedat Muriqi vio puerta. Junto al centrocampista del Swansea Bersant Celina será uno de los referentes del equipo en Inglaterra.

Este equipo es una extensión de las características de Kosovo; está compuesto por jugadores procedentes de una numerosa diáspora, impulsada lejos del país por el yugo del régimen de Slobodan Milosevic en los años 1990, y después por la guerra de independencia contra las fuerzas serbias (1998-99) y por una economía fragilizada.

Una emigración presente en Suiza, Alemania, Austria o en la península escandinava. En el equipo actual están representados 14 campeonatos. Ninguno de los jugadores que ganaron el sábado milita en equipos de Kosovo, y muchos de ellos ni siquiera nacieron en en el país.

La ilusión de la juventud

La plantilla es muy joven. Contra los checos la media de edad fue de 23 años. Pero esos jugadores no se ponen límites: "Unidos, con la ayuda de nuestros aficionados, Kosovo puede lograr grandes cosas", asegura el capitán Amir Rrahmani, defensor traspasado esta temporada al Hellas Verona (Serie A) tras cuatro temporadas en Croacia.

"Nuestra victoria contra República Checa fue muy importante desde la óptica de una participación inédita en la Eurocopa (...) Ahora toca Inglaterra!", apunta Bersant Celina.

"Será complicado", atempera el volante Besar Halimi, que milita en la segunda división alemana, su país de nacimiento. "Inglaterra tiene un equipo extraordinario con jugadores que disputan la Liga de Campeones todos los años. Hay que tomarlo como una experiencia, dar lo mejor y esperar sacar unos puntos".

Antes de volar para Southampton, Challandes sólo tenía un mensaje, citado en la prensa local: "Antes del partido ante los checos, dije que teníamos que pelear como locos. Para derrotar a Inglaterra deberemos pelear como locos de remate".

Agim, el taxista, confía en un nuevo milagro por parte de sus "brasileños balcánicos": "Inglaterra es fuerte, puede ganarnos. ¡Pero que no haya pánico, es Brasil la que juega!".

afp/livefutbol