15.08.2020 03:05 h

UCL: Müller establece un nuevo récord del fútbol alemán

Con dos goles y un partido impresionante para el Bayern Múnich ante el Barcelona (8-2), Thomas Müller fue el artificiero jefe del ejército bávaro, este viernes en cuartos de final de la Liga de Campeones, para hacer volar por los aires a su rival catalán en la batalla de Lisboa.

Con 30 años, Thomas Müller demostró que los vaticinios sobre que es un jugador que camina hacia el ocaso de su carrera son por ahora prematuros. Fue él, en el minuto 3, el que prendió la mecha del equipo alemán. Con su característico estilo, puede que no del todo elegante pero tremendamente efectivo, batió por primera vez a Marc-André Ter Stegen, que no podía ni imaginar la pesadilla que iba a vivir.

Suyo fue luego el cuarto tanto del Bayern, en el minuto 31. Ante un centro desde la derecha de Joshua Kimmich, se adelantó a Clément Lenglet para firmar su segundo tanto de la noche. Estuvo también relacionado con otros dos tantos en el final del partido, dando el penúltimo pase para el sexto tanto y la asistencia decisiva a Philippe Coutinho para el séptimo.

"Es una noche muy especial, la manera en la que hemos jugado ha sido muy especial. En el 7-1 en Brasil no tuvimos tanto control. Estuvimos bien, sí, pero esta noche hemos sido los dominadores de una manera brutal", comentó Müller en declaraciones a la televisión Sky Alemania, recordando la histórica victoria de la selección alemana sobre la 'Seleçao' en Belo Horizonte, en semifinales del Mundial de 2014.

Müller batió además este viernes el récord de partidos jugados con el Bayern en la máxima competición continental, con 113 partidos. Deja así atrás a otra leyenda de la entidad, Philipp Lahm. De esta forma también se convirtió en el alemán con más partidos jugados en la Champions League.

"Thomas Müller es único, imposible de copiar", había declarado esta semana su entrenador, Hansi Flick. Müller celebró liberando rabia contenida en cada gol, gritando y apretando los puños. Nadie puede dudar de su motivación e implicación, pese a que en un pasado reciente no lo pasó bien.

En marzo de 2019, el seleccionador alemán Joachim Löw decretó el final de su carrera internacional. En el Bayern, donde siempre había sido un pilar, el entrenador Niko Kovac le retiraba su confianza. El despido en noviembre del pasado año de Kovac y el reemplazo por Hansi Flick permitió su resurrección. Flick le devolvió su estatus de vicecapitán y le convirtió en su enlace con los jugadores, junto al arquero Manuel Neuer.

Resultado de ello: una temporada memorable, 48 partidos teniendo en cuenta todas las competición, 14 tantos y 25 asistencias.

"Thomas es un jugador capaz de liderar un equipo y que da constantemente consignas", dice de él Flick. "Tiene una gran experiencia, un gran carisma, y quiere ganar cada partido", destaca.

Para muchos, Müller es la encarnación perfecta del lema del club "Mia San Mia", que en bávaro significa literalmente "Nosotros Somos Nosotros". Pocas veces se ha sentido mejor que como electrón libre en este partido ante el Barcelona, como 'falso nueve' de un lado al otro, para estar siempre en el momento preciso y servir de perfecto apoyo a Robert Lewandowski.

Su personalidad fuerte es sobradamente conocida y este amante de la cría de caballos en su granja bávara solo piensa en la victoria. "Tenemos hambre y queremos seguir teniendo hambre", avisó antes de la 'Final 8' de Lisboa. "Todos los equipos dicen lo mismo, pero el Bayern elige a sus jugadores por su odio a la derrota, es lo que justifica que juguemos en el Bayern", sentenció.

afp/livefutbol