18.09.2020 18:38 h

Cesc Fábregas y su segunda juventud en el Mónaco

Cesc fue el faro del Mónaco sobre el tapete.
Cesc fue el faro del Mónaco sobre el tapete.

Contra el Nantes disputó su partido 800 como profesional, desde sus inicios en el Arsenal en octubre de 2003, y según su entrenador fue el mejor sobre el césped: en el crepúsculo de su carrera, el español Cesc Fábregas, de 33 años, renace para el fútbol luego de diez meses complicados en Mónaco.

Cuando es preguntado por la antigua estrella del Arsenal y del FC Barcelona, a su compatriota y compañero en el conjunto del Principado Rubén Aguilar se le ilumina el rostro: "Cuando vi a Cesc durante mi primer entrenamiento aquí... pfff... Es un jugador de clase mundial, lo ha ganado todo".

Y eso que han sido contadas las ocasiones en que ambos han podido coincidir en el terreno de juego. A menudo lesionado, sin la plena confianza de sus entrenadores -Thierry Henry quien lo trajo en 2019, Leonardo Jardim, con el que su relación era discreta, y Robert Moreno, que se fue tan pronto como vino- Cesc sólo ha jugado 37 partidos con el Mónaco entre todas las competiciones, y apenas en un puñado de ellos pudo mostrar la clase que atesora. Uno de ellos fue el domingo pasado contra el Nantes (2-1).

Escoltado por Aurélien Tchouameni y Sofiane Diop, dominó el partido a la perfección. Marcando el paso. "Su experiencia, su calidad con el balón le dan a menudo oportunidades para cambiar la cara a un partido y ofrecer mejores soluciones", afirma su entrenador Niko Kovac.

Después de conocer los problemas físicos del catalán, el antiguo técnico del Bayern fue rápidamente tranquilizado sobre su capacidad para regresar al mejor nivel. Pero después de la reanudación, Cesc volvió a lesionarse, en los músculos isquiotibiales del gemelo derecho.

Ni siquiera pudo estar en la concentración de pretemporada en Polonia. Pero siguiendo el ejemplo de su abuela, de 96 años, quien resultó afectada por el coronavirus pero acabó superando la enfermedad, Cesc ha sabido recuperar su mejor fútbol. "Una vez dejó de tener miedo a recaer vimos al verdadero Cesc. Es lo mejor que podía pasarnos", afirmó Aguilar.

Kovac asegura que el campeón del mundo con 'La Roja' en 2010 está a su mejor nivel. "No es el más joven pero es uno de los que tiene mejor capacidad física". "Él pide constantemente el balón, y busca estar disponible", atestigua Aguilar. "Contra el Nantes lo vi contrariado luego de un despeje de un compañero. Me dije: 'Este chico, ¡realmente quiere jugar! Es un jugador muy, muy grande".

Cual Ave Fénix, Fábregas renace sus cenizas a paso lento pero seguro. Sin partido oficial desde hace seis meses, "se dosifica", según Kovac. "Pero percibo, y él percibe también que está muy bien", analiza el croata. "Cuando uno está bien físicamente no pierde la técnica. Es muy fácil para él controlar un partido".

Fábregas demostró que no se ha olvidado de encontrar siempre la mejor opción de pase ni de habilitar a un compañero para marcar. Aguilar lo disfruta: "Cuando pone su caviar en un partido a nuestros delanteros, eso desgasta a cualquier equipo". "Cuando tenemos el balón, le necesitamos. Cuando no lo tenemos, es lo suficientemente inteligente, sabe lo que hay que hacer. Es muy importante para el equipo", señala el español.

Ante el Rennes, por su 801º partido, Fábregas ejercerá como patrón de un Mónaco con ambiciones europeas. "Nadie le regaló nada el año pasado. La gente es muy exigente con los jugadores de este nivel", concluye Aguilar.

afp/livefutbol