30.01.2021 23:15 h

Palmeiras gana su segunda Copa Libertadores

Con un gol en tiempo de descuento, Palmeiras venció 1-0 al Santos este sábado en la final brasileña de la Copa Libertadores-2020 disputada en el Maracaná y alzó su segundo trofeo del principal torneo de clubes de América.

En un soberbio cabezazo tras un centro desde derecha de Rony, en el minuto 90+9, Breno Lopes le dio la Copa al Verdao, que se consolidó como el mejor equipo de una competición atravesada por la pandemia del coronavirus.

La anotación del mediocampista, que ingresó en el segundo tiempo por el juvenil Gabriel Menino, puso emoción a una final tediosa y poco emocionante. Los mayores éxtasis vinieron de amagues de rifirrafes y peleas en la tercera final brasileña de la historia copera.

Palmeiras ganó su segunda final, tras la alzada en 1999 contra el Deportivo Cali de Colombia, con un equipo que supo mezclar la experiencia de internacionales como Weverton, el paraguayo Gustavo Gómez, y atacantes pullantes como Luiz Adriano y Rony, con una base prometedora.

En el camino al Maracaná, los verdes dejaron atrás a Delfín (Ecuador), Libertad (Paraguay) y al River Plate de Argentina, que los hizo sufrir en semifinales.

Guiados por el DT portugués Abel Ferreira, quien con su llegada en noviembre revitalizó al equipo, los paulistas terminaron el torneo con la mejor puntuación: 32 puntos en trece juegos. Ferreira, de 42 años, levantó su primer título como profesional y se convirtió en el tercer entrenador europeo en ganar la Libertadores, tras su compatriota Jorge Jesús (Flamengo, 2019) y el croata Mirko Jozic (Colo Colo, 1991).

Clásico paulista más internacional de la historia

El clásico paulista más internacional de la historia tuvo exceso de cautela. Palmeiras presionó más, con la velocidad y el desequilibrio por las bandas de Rony, pero sin llegar a inquietar a John. La coacción verde fue más efectiva para evitar la circulación de la pelota en el mediocampo del Peixe, y, de paso, ablandar a golpes al movedizo y activo Marinho.

Las entradas fuertes y los rifirrafes tuvieron más protagonismo que cualquier opción de anotar. Apenas un remate cruzado de Raphael Veiga, en una habilitación de Marcos Rocha en el primer tiempo, ensució el traje de John. En el otro arco, Weverton, deseoso de lucirse, tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para que su nombre fuera mencionado. Marinho centró y Lucas Veríssimo se lanzó a cabecear, pero la pelota se fue desviada.

Los constantes choques pusieron emoción a un Maracaná en silencio y caluroso. Aunque la venta de entradas no estaba permitida, unas 5.000 personas, entre periodistas, logísticos, seguridad, convidados especiales e hinchas invitados por los equipos, fueron habilitados para la final. Buena parte de ellos estuvieron sentados en la misma zona del estadio. Las pequeñas aglomeraciones y las máscaras mal utilizadas o la ausencia de ellas podrían ser las postales de una Libertadores atravesada por la pandemia, en un Brasil que llora más de 222.000 muertos por el virus.

Los gritos escaparon de los tapabocas en dos zurdazos. Veiga, del verde, cobró un tiro libre, a unos 30 metros del arco, y la pelota pasó a centímetros del travesaño. Minutos después, Felipe Jonatan impactó de primera un rebote de Weverton y el esférico acarició el palo.

Cuando todo parecía dictado para el tiempo extra, un inconveniente en el banquillo cambió la historia del juego. En el minuto 90+5, un amague de bronca entre ambos equipos terminó con la expulsión del técnico del Peixe, Alexi Stival "Cuca". El entrenador dejó el campo y se unió a las gradas, donde fue recibido con jolgorio por sus simpatizantes. Cuca apenas se acomodaba cuando Rony chutó desde la derecha un balón enroscado que halló la cabeza de Breno Lopes, el único refuerzo de Ferreira desde que llegó a Sao Paulo en reemplazo del exseleccionador brasileño Vanderlei Luxemburgo. El ariete se levantó, cruzó la pelota y acabó con la ilusión albinegra de convertirse en el primer tetracampeón brasileño de la Libertadores.

afp/livefutbol