11.03.2021 14:20 h

Fabinho ha vuelto a poner orden en casa de los Reds

Fabinho completó un gran partido ante el Leipzig.
Fabinho completó un gran partido ante el Leipzig.

¿Fabinho, una luz de esperanza? Tras haberle hecho mucha falta al Liverpool cuando fue recolocado detrás o estuvo lesionado, el brasileño brilló en el centro del campo el miércoles en la Champions contra el Leipzig (2-0).

Los cambios tácticos más evidentes son a veces los mejores y la vuelta del centrocampista defensivo brasileño a su puesto predilecto, donde no había vuelto a empezar un partido desde el 17 de octubre, es la demostración perfecta de ello.

Actor principal de la marcha triunfal de los Reds al título la temporada pasada en ese puesto, frente al Leipzig recordó porque está considerado como "uno de los mejores del mundo" en el papel de muro por delante de la defensa, como reconoció su entrenador Jürgen Klopp en rueda de prensa.

Con sus largas piernas y su sentido de la posición y la anticipación, el antiguo monegasco cortó 16 ataques rivales y contribuyó a 21 recuperaciones de balón durante el partido, siendo en gran parte artífice de la inofensiva impresión dada por el Leipzig, pese a su gran posesión de balón (60%).

No es de extrañar que fuese elegido "jugador del partido" tras esta victoria 2-0 lograda gracias a los goles de Mohamed Salah y Sadio Mané y sinónimo de clasificación para los cuartos de final.

Mantenerlo en ese puesto "era lo que esperaba hacer antes de esta temporada, pero durante la campaña no fue posible", recordó Klopp, en forma de excusa y que se vio algo forzado por las circunstancias.

El último partido que Fabinho empezó de mediocentro fue en el derbI de la 5ª jornada contra el Everton (2-2) durante el cual Virgil van Dijk se lesionó para el resto de la temporada, obligando a Fabinho a cubrir la brecha en el eje de la defensa.

Pero retrasarlo supuso exponer más la defensa de los Reds y explica en parte la impresión de fragilidad colectiva del Liverpool, que ha sufrido una serie inédita de seis derrotas consecutivas en casa en la Premier League.

A pesar de su limitación en ese puesto, sus prestaciones en la zaga no fueron cuestionadas, sobre todo porque alinearlo en el eje de la defensa era el "mal menor", para un Klopp presionado entre las lesiones de Joe Gomez y Joel Matip y la inexperiencia de Rhys Williams o Nathaniel Phillips.

Pero su ausencia en el centro del campo debilitó la 'contra-presión', que es la base del juego del Liverpool, haciéndola menos eficaz y desequilibró el conjunto. Sus pases hacia adelante que rompen líneas o sus carreras se echaron de menos en ataque tanto como su recolocación mermó la eficacia de la defensa.

La llegada del turco Ozan Kabak en invierno, y la seguridad adquirida por Phillips, titular por primera vez en la Liga de Campeones el miércoles con una buena imagen, volvieron a dar a Klopp la oportunidad de adelantar a uno de sus principales peones del tablero.

"Echaba un poco de menos no jugar en el centro del campo", había admitido el jugador tras el partido, en la página web del club.

Puede estar tranquilo, parece difícil ahora volver a retrasar al brasileño, cuya presencia también tuvo impacto sobre el rendimiento de los jugadores en torno a él, empezando por Thiago Alcántara, que hizo una de sus mejores actuaciones con la camiseta roja desde su llegada.

Asociado al dinamismo a un Diogo Jota delante, que ha dado más filo al ataque del Liverpool, - pese a que, sobre todo, en la definición aún puede mejorar-, se dibuja una esperanzadora primavera europea para los Reds.

afp/livefutbol