11.10.2021 05:18 h

Con Messi encendido, Argentina golea a Uruguay 3-0

Messi celebra su gol que abrió el marcador.
Messi celebra su gol que abrió el marcador.

El astro argentino Lionel Messi, con las luces de su talento encendidas a pleno, condujo el domingo a Argentina a una goleada ante Uruguay 3-0 en Buenos Aires, que le despeja la ruta hacia el Mundial de Catar-2022.

Un gol involuntario de Messi al lanzar un centro que se metió en el arco, a los 38 minutos, y otro de Rodrigo De Paul, a los 44, quebraron la dura defensa de la Celeste. Lautaro Martínez aumentó a los 62 en el estadio Monumental ante 35.000 aficionados, con aforo limitado por la pandemia de coronavirus.

"La verdad que estamos creciendo mucho en el juego en la posesión, en tener la pelota, en un partido que fue duro, pero que teníamos que ganar por ser local. Salió todo perfecto", declaró el capitán de la Albiceleste.

Argentina (22 puntos) se consolidó como escolta del líder Brasil (28). Uruguay (16) se mantuvo en el cuarto puesto, último que otorga una plaza directa. El equipo que dirige el DT Lionel Scaloni aumentó a 24 sus partidos en condición de invicto.

"No sé si este fue el mejor partido de Argentina. Por momentos se jugó bien. Nos pusieron en dificultades. Hay momentos en que el rival ataca y uno tiene que saber atrincherarse, y creo que lo supimos hacer", comentó el DT albiceleste, Lionel Scaloni.

Al completarse el jueves la triple fecha, los argentinos jugarán con Perú en Buenos Aires y los uruguayos con Brasil en Manaos. "El entrenador debe ocuparse de los problemas y ver cómo los solucionamos", dijo el DT uruguayo, Óscar Tabárez. Las apariencias engañan. Parecía un partido cerradísimo, tenso, cerebral como si jugaran al ajedrez.

Argentina tenía la posesión del balón y Uruguay lo esperaba con un candado defensivo que hubiese sido la envidia de aquel famoso cerrojo que tenía el sello de Suiza.

La línea de tres zagueros de los charrúas era sólo un engaño táctico. Era la última trinchera en el camino al arco de Fernando Muslera, con Sebastián Coates, Ronald Araújo, Diego Godín.

Pero en las bandas había portones de hierro, con los cancerberos Nahitán Nández y Matías Viña. Más arriba Luis Suárez y Brian Rodríguez atacaban por sorpresa.

La Albiceleste jugaba su frecuente tiki-taka. Lento en la salida y con la idea de cambiar de ritmo a todo vapor cuando la pelota le caía a Messi.

Se asociaban en la creación Gio Lo Celso y Rodrigo De Paul con Leandro Paredes. Lanzaban sus diagonales Lautaro Martínez y Nicolás González.

Súbitamente aparecieron ráfagas de emoción. Tres veces lo tuvo Suárez a su merced al arquero Emiliano 'Dibu' Martínez. Dos latigazos suyos a quemarropa fueron conjurados por los reflejos del guardameta.

Otro furibundo disparo del 'Pistolero' dio en un poste. El 'Torito' Martínez se lo perdió dos veces en la puerta del otro arco. Messi metió uno de sus zurdazos mágicos pero la trayectoria halló una pierna en la ruta a la red.

Lo lento, ajustado y pensado del juego se convirtió como por hechizo en fiesta de emociones. Gio Lo Celso se filtró, eludió a Muslera y reventó el travesaño desde ángulo cerrado. El primer gol fue una de esas mezclas de azar, distracción, fortuna e ironía que tiene el fútbol. Messi le metió un pase elevado al corazón del área a la entrada de Nico González, quien al pifiar el remate confundió al arquero y a la defensa que vieron a la pelota entrar como pidiendo disculpas. Casi un 'blooper'.

En otro destello ofensivo albiceleste y otra 'pifiada', esta vez de Martínez, la pelota quedó servida en bandeja para De Paul, quien anotó con remate rasante. El 2-0 no fue inexplicable pero también pudo haber sido al revés por los tres tiros de gol que no pudo festejar Suárez.

La reacción del DT uruguayo Óscar Tabárez fue mandar a la cancha a su segunda arma de destrucción masiva, Edinson Cavani, entre otros cambios tácticos. Messi se encendió con sus mejores luces. Hizo estragos en la defensa celeste. Rodeado de siete rivales, abrió hacia De Paul y su centro clásico hacia al medio lo conectó Martínez.

Tras su error en el tanto de Messi, Muslera empezó a ser el hombre que evitaba una goleada peor. Le ahogó dos veces el grito de gol al ingresado Ángel Di María. En Uruguay habían entrado Joaquín Piquerez, Lucas Torreira, Darwin Núñez y Gio González. Pero ya era demasiado tarde.

afp/livefutbol