18.05.2022 09:38 h

Eintracht-Rangers, una final para reverdecer laureles

El Eintracht se enfrenta el miércoles al Glasgow Rangers en una final con sabor a gloria pasada, animada por los miles de aficionados escoceses y alemanes que se espera tomen Sevilla.

Los germanos no han vuelto a levantar un trofeo europeo desde la Copa de la UEFA de 1980 que ganaron contra el Borussia Monchengladbach, mientras que los escoceses sólo cuentan con la Recopa de Europa de 1972 en su palmarés continental.

La final de la Europa League se perfila así como la manera de intentar reverdecer laureles de dos equipos que sólo se enfrentaron una vez, en 1960 en unas semifinales de Copa de Europa que ganaron los alemanes 12-4 en el acumulado, antes de caer en la final contra el Real Madrid.

Los germanos llegan con la moral por las nubes tras ser el verdugo del Barcelona en cuartos de final cuando el club azulgrana parecía haberse convertido en favorito para llevarse el único trofeo que falta en sus vitrinas.

El Eintracht no pasó del empate 1-1 en su campo, pero en la vuelta ganó 2-3 en un Camp Nou tomado por unos 20.000 aficionados germanos, para sorpresa del equipo azulgrana.

"Parecía que jugábamos en casa, era increíble", llegó a decir el portero del Eintracht, Kevin Trapp, tras el encuentro.

Una sensación que querrán repetir en Sevilla, donde, según el portavoz del consejo de administración del Eintracht, Axel Hellmann, se espera que acudan unos 50.000 aficionados.

La prensa inglesa también afirma que hasta 100.000 aficionados escoceses estarían deseando aterrizar en Sevilla, donde se ultima un fuerte dispositivo de seguridad con unos 5.500 efectivos entre policía, seguridad privada y servicios sanitarios.

La ciudad no quiere que se repitan los incidentes que se registraron en la ida de octavos de final cuando hinchas del Eintracht y del West Ham inglés coincidieron en la capital andaluza, antes de sus partidos contra Betis y Sevilla. Se han preparado dos 'fan zones' separadas por varios kilómetros con distintas actividades.

La zona destinada a los escoceses está junto al estadio de La Cartuja, que se abrirá para que los aficionados del Rangers puedan ver el partido en una pantalla gigante previo pago de una entrada.

En la zona del Eintracht también contarán con una pantalla gigante para ver el encuentro. "La final va a ser increíble, Fráncfort y Rangers han peleado duro para estar aquí y tenemos que disfrutarlo", dijo el delantero colombiano del Eintracht, Rafael Santos Borré, a la página web de su club.

El cafetero, autor del segundo tanto de su equipo en el Camp Nou, también marcó el gol en la vuelta de semifinales en Fráncfort frente al West Ham, que certificaba el pase a la final del torneo (2-1, 1-0).

El delantero colombiano será una de las bazas ofensivas de los germanos, que están pendientes de la posible vuelta del delantero danés Jesper Lindstrom, que sufrió una lesión muscular en la semifinal contra el West Ham.

Los alemanes no podrán descuidarse, sin embargo, ante un Rangers que es el equipo más goleador de la Europa League (32 dianas, dos más que su rival).

Sin embargo, en Sevilla no podrá contar con su máximo goleador, el colombiano Alfredo Morelos, baja desde abril pasado, y también es duda el atacante jamaicano Kemar Roofe por problemas en la rodilla, por lo que el equipo escocés podría empezar sin un delantero natural.

"La final de Sevilla les dará (a sus futbolistas) la oportunidad de entrar en la historia de este club y conseguir una victoria histórica", afirmó el técnico del Rangers, Giovanni Van Bronckhorst, que espera que puedan "contar en años venideros las historias que ahora les cuentan los jugadores de 1972".

afp/livefutbol