29.07.2022 19:22 h

Las 'Leonas' inglesas quieren saldar cuentas pendientes

Ganar un primer gran torneo, borrar la humillación de 2009 y vengar a sus homólogos masculinos, que se quedaron a las puertas el año pasado: las 'Leonas' inglesas, llevadas por su público, tienen claro el objetivo contra Alemania el domingo, en la final de su Eurocopa femenina de fútbol en Wembley.

Según el palmarés, Inglaterra no parte como favorita ante una Alemania que trata de recuperar su supremacía en el fútbol femenino. Ocho veces campeonas a nivel continental, en doce ediciones, las alemanas reinaron hegemónicamente en seis ediciones entre 1995 y 2013. Y aplastaron a las inglesas en la final de de 2009 (6-2).

Las inglesas, más allá de esa final perdida en 2009 en Helsinki, sólo llegaron en otra ocasión al partido por el título en la Eurocopa, fue ante Suecia en la edición inaugural en 1984. Pero al alcanzar la final del domingo han dejado atrás una serie de tres eliminaciones consecutivas en semifinales.

A excepción del duelo de cuartos de final contra España, el equipo cuyo estilo le conviene menos, Inglaterra ha arrasado en todos sus partidos, incluso contra Noruega (8-0), o la semifinal contra Suecia (4-0), N.2 en la clasificación FIFA.

Bajo el impulso de su seleccionador neerlandesa Sarina Wiegman, las inglesas han puesto en práctica un juego que seduce, tremendamente eficaz -20 goles marcados en 5 partidos, uno sólo encajado- y a veces incluso espectacular, como el gol de la victoria en plena escuadra de Georgia Stanway contra España, o el taquito de Alessia Russo entre las piernas de la arquera sueca.

A pesar de una polémica antes de la competición sobre la elección de algunos estadios, considerados indignos o demasiado pequeños para el evento, el éxito popular del torneo ha sido indiscutible, incluyendo los partidos en los que no jugaba Inglaterra.

La UEFA indicó que cerca de 490.000 espectadores asistieron a los 30 partidos ya disputados, lo que supone más de 16.000 por partido de media, y sobre todo más del doble del total de la edición de 2017, que había establecido el precedente récord en 240.055.

Y esta cifra debería elevarse mucho más tras la final, donde Wembley tiene capacidad para 87.200 espectadores.

Con la presencia del país anfitrión en la final, el récord de afluencia para un partido de la Eurocopa, femenina o masculina, podría ser batido, ya que el actual es de 79.115 personas en la final de la Eurocopa-1964 en España, ganada por esta última ante la URSS (2-1).

El interés mediático fue también creciente, la semifinal entre Inglaterra y Suecia atrajo a 9,3 millones de espectadores ante la pantalla, sin contar a los que presenciaron el partido a través del ordenador, en pantallas gigantes o en locales de ocio.

Poco utilizado en los estadios desde el inicio de la competición, el himno oficioso de los 'Three Lions', "Football's coming home" (el fútbol vuelve a casa), que puso ritmo a las desilusiones masculinas los últimos 25 años, podría hacerse caduco el domingo de la mano de las 'Leonas'.

El recuerdo de la dolorosa derrota en penales contra Italia (1-1; 3-2) hace poco más de un año, sigue aún en la mente de los aficionados ingleses.

Pero todo el país quiere creer que 56 años de espera, después del título mundial de la selección masculina en 1966, están a punto de terminar. Aquella victoria fue también en Wembley, y también contra Alemania.

afp/livefutbol