10.12.2022 10:22 h

Inglaterra y Francia buscan semis en clásico europeo

La Francia de Kylian Mbappé, actual campeona, se mide a Inglaterra, subcampeona de Europa, en un atractivo partido de cuartos de final del Mundial, este sábado, con la esperanza de unirse a la Croacia de Luka Modric y la Argentina de Lionel Messi en el cuarteto final del torneo.

"Habrá respeto, pero va a ser la guerra", previno el exinternacional inglés John Terry, prediciendo "un partido intenso, tal vez como una partida de ajedrez", en todo caso "un verdadero test" para dos vecinos, con una larga historia común, pero por primera vez opuestos en un partido de eliminación directa.

Los Bleus y los Three Lions tienen cita en Al-Khor, al norte de Doha, con una mirada de reojo al otro duelo del día en cuartos, Marruecos-Portugal; del que saldrá su rival en semifinales.

"Es una etapa suplementaria pero sin estrés", se mostró positivo Didier Deschamps, seleccionador francés, centrando su discurso en "el placer" y la "serenidad".

Una victoria permitiría alcanzar el objetivo mínimo fijado por la Federación Francesa, además de asegurar probablemente una prolongación del seleccionador. Sería también un mensaje fuerte: desde Brasil en 1998, ningún defensor del título llegó hasta semifinales del Mundial siguiente.

Habrá duelos interesantes: el delantero supersónico Mbappé frente a Kyle Walker, Olivier Giroud contra Harry Maguire, la batalla de los jóvenes centrocampistas Aurélien Tchouaméni y Jude Bellingham, y el cara a cara entre los capitanes Hugo Lloris y Harry Kane, amigos desde hace una década en el Tottenham.

La prensa inglesa, como The Telegraph, intentó desconcentrar al guardameta francés, posible "talón de Aquiles", pero el portero de los Spurs se apropió de la flema británica y respondió con una sonrisa: "Hacemos abstracción de todo eso, no necesitamos una motivación externa para jugar un partido de cuartos".

En el partido en las tribunas tendrán ventaja los ingleses: 8.000 frente a unos 4.000 franceses entre los 65.000 espectadores esperados. En el terreno, difícil predecir un favorito.

Cada campo dispone de laterales ofensivos, de centrocampistas que pueden proyectarse y de flechas que pueden entrar en todos momento por las alas.

Para los ingleses, el enemigo público número uno se llama Mbappé, máximo goleador del torneo con cinco tantos en cuatro partidos.

"Si hay alguien que puede frenar a Mbappé, ese es Kyle Walker", señaló John Terry a la AFP. El zaguero del Manchester City ya contuvo al atacante del PSG en Liga de Campeones. "Es sin duda el jugador más rápido en Premier League" y "defensivamente, es muy fuerte".

La leyenda del Chelsea tiene pese a todo una "sola preocupación, que sería focalizar nuestra atención en este duelo", olvidando a Olivier Giroud, Antoine Griezmann y el resto del equipo francés.

A Inglaterra tampoco le faltan municiones con Phil Foden, Bukayo Saka y Harry Kane, su artificiero jefe con 52 goles en su cuenta, tantos como Giroud, el recordman francés, pero uno menos que el récord inglés de Wayne Rooney.

El vencedor de este "Crunch", apodo prestado de los competidos Francia-Inglaterra en rugby, se acercará un poco más a su sueño: un doblete histórico, con dos títulos seguidos, para los Bleus, inédito desde el Brasil de Pelé en 1962, o una segunda estrella para los ingleses, 56 años después de su triunfo en el Mundial-1966.

El viernes, el suspense de los primeros cuartos se extendió hasta los penales. La Argentina de Messi eliminó a Países Bajos (2-2, 4-3 en los lanzamientos). Y la Croacia de Luka Modric, finalista en 2018, dio la sorpresa dejando fuera al Brasil de Neymar (0-0, 1-1, 4-2 en la tanda).

¿Puede eso inspirar a Marruecos el sábado en su partido de cuartos de final contra Portugal?

"Es un equipo que puede ganar el Mundial, en cambio nosotros somos el invitado, la sorpresa, la piedrita en el zapato", afirmó el seleccionador marroquí, Walid Regragui, cuyos jugadores eliminaron a España en octavos.

Pero frente al equipo de Cristiano Ronaldo, tal vez de nuevo suplente, los Leones del Atlas tendrán la ventaja de jugar casi en casa, al contar con muchos aficionados en Catar. "Tenemos a un país detrás nuestro, a un continente y a los países árabes", señala Regragui.

Ningún equipo africano ha alcanzado las semifinales de un Mundial. Portugal, en cambio, ya ha estado dos veces en esa instancia, donde siempre paró su recorrido: perdiendo contra Inglaterra en 1966 y frente a Francia en 2006.

afp/livefutbol