El Alavés ganó a Osasuna 2-0 en una prórroga muy disputada que se resolvió en los minutos finales con goles de Sangalli y Despotovic. Los catalanes, por su parte, tumbaron al Tenerife en la tanda de penaltis tras el 0-0 en el tiempo reglamentario.

Mendizorrotza vivió ayer un gran duelo llenó de tensión que acabó con fiesta por todo lo alto, gracias a la victoria in extremis de los suyos ante el conjunto rojillo. Y es que los dos tantos no llegaron hasta los minutos 114 y 116 cuando la prórroga tocaba a su fin. Ambos equipos ya se vieron las caras en liga en la última jornada, (1-3) ganó también el Alavés, pero esta noche se jugaban la permanencia en la competición del K.O.

Poco juego y menos ocasiones por ambos bandos propiciaron un partido largo y tenso, que finalizó con final feliz para unos y con mucho desgaste para ahogarse en la orilla para Osasuna que ya solo piensa en la competición doméstica de la Liga Adelante para intentar volver a la máxima categoría.

También Girona y Tenerife repetían duelo tras la última jornada de liga en la que los catalanes se llevaron el triunfo (2-0). Esta vez los hombres de Pablo Machín tuvieron que esperar a la lotería de las penas máximas para pasar de ronda y apear a un equipo insular que poco juego mostró para hacerse valedor del pase en Montilivi. 

Hugo Álvarez fallaba el séptimo disparo de los tinerfeños, ya que Palatsí le adivinó la intención lanzándose a su izquierda y sacando la manopla abajo para mandar la pelota lejos del marco, y daba así el pase a los locales que lo celebraron con los poco más de 2.000 espectadores que se dieron cita en el estadio. 

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