El Marbella FC ha empatado a un gol con el Cádiz un partido en el que fue ganando durante muchos minutos pero que los gaditanos lograron igualar en la última jugada del partido, con cinco minutos sobre el tiempo reglamentario.

Los blanquillos plantaron cara a un equipo muy poderoso y estuvieron a punto de lograr la victoria, que se les escapó en el último suspiro, cuando parecía ya que los puntos se quedaban en casa. El primer tiempo estuvo muy igualado y hubo muy poco peligro en las áreas, ambos equipos se respetaron mucho y ninguno de los dos quiso desmelenarse en ataque.

Con mucha pelea en el centro del campo fueron pasando los minutos sin que hubiese claridad ofensiva. El primer acercamiento con relativo peligro lo protagonizó el Marbella, con un cabezazo flojo de Rubiato a las manos de Aulestia tras un centro de Añón (min. 20). Al final, como no podía ser de otra manera, el partido se rompió en una acción a balón parado. Nacho Matador lanzó una falta lateral y Añón cabeceó al segundo palo para poner el 1-0 en el minuto 31.

El partido cambió muy poco, ya que el Cádiz no reaccionó, incluso el Marbella se hizo más con el control del juego. El primer tiempo concluyó sin nada más reseñable. Tras el descanso, el encuentro continuó en una tónica muy similar, con pocas acciones en las áreas, donde los equipos solo llevaron peligro a balón parado.

En los primeros minutos hubo una ocasión por bando. Primero, un disparo muy peligroso de José Hermosa, que repelió bien Aulestia y, después, un lanzamiento desde fuera del área de Airam para el Cádiz, que se marchó desviado por poco.

El Cádiz no terminó de reaccionar y el conjunto blanquillo se mantuvo firme en defensa sin pasar demasiados agobios, aunque recibiendo bastantes tarjetas, disputando el último cuarto de hora con los dos centrales amonestados. Los minutos fueron pasando sin que se moviera el marcador y se entró en los cinco minutos de prolongación que decretó el árbitro. Con el partido prácticamente concluido, una acción por la derecha del ataque del Cádiz la culminó Airam con un disparo que supuso el empate.

El jarro de agua fría cayó sobre el Estadio Municipal, donde ya se saboreaba la victoria ante el gran favorito del grupo. No hubo tiempo para más, porque nada más sacar de centro el árbitro pitó el final.

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