18.06.2014 16:17 h

El 'Jefecito' Mascherano se vuelve centenario

Javier Mascherano
Javier Mascherano

Amado por los hinchas y reconocido por los entrenadores de Argentina desde hace diez años, Javier Mascherano llegará el sábado ante Irán a los 100 partidos con la Albiceleste, un logro que quiere redondear de manera feliz en Brasil-2014 tras sus frustraciones en dos mundiales y dos finales perdidas de Copa América.

A los 30 años, 'Masche' sabe además que por su edad se trate posiblemente de su última posibilidad en una Copa del Mundo, teniendo en cuenta que en la selección se desempeña en el puesto de volante de marca que exige gran despliegue físico y en el que no juega durante el resto del año, luego de que Pep Guardiola lo "reinventase" como zaguero central en el Barcelona.

"No soy de esos jugadores que hacen la diferencia dentro de la cancha, sino más de los jugadores a los que se les nota el sacrificio, el trabajo. ¿Cuál es mi secreto? Vivo para esto", dice el 'Jefecito' con su habitual humildad.

De 'Masche' aprendes hasta en el momento de comer

Es ese amor por el juego lo que le permite seguir siendo uno de los pilares de Argentina, a pesar de que ya no lleva la cinta de capitán, que el entrenador Alejandro Sabella entregó a Lionel Messi en 2011. Su entrega, orden táctico, capacidad de relevos y constancia son atributos mayores que lo convierten en un jugador clave, tal como le ocurrió en cada equipo por el que pasó.

"De Mascherano aprendes hasta en el momento de comer. Tiene una experiencia muy grande y muy diferente a la del resto del grupo. Nos va a ayudar mucho en los momentos difíciles", dijo su compañero Lucas Biglia, también mediocampista.

El héroe que salvó al equipo del descenso

En River Plate, su primer club, Mascherano fue campeón en el Torneo Clausura-2004 de la mano de Leonardo Astrada, su espejo y el técnico que lo afianzó como titular, aunque su debut 'millonario' fue en la era Manuel Pellegrini, hoy DT del Manchester City.

Cuando pasó al Corinthians de Brasil en 2005 con Carlos Tévez, también se coronó. Ambos se marcharon luego al West Ham inglés, donde 'Carlitos' fue héroe salvando al equipo del descenso y 'Masche' no se destacó. Tras seis meses de transición en la Premier League, el santafesino fue contratado por el Liverpool y rápidamente se convirtió en el preferido del técnico español Rafael Benítez.

Adorado por el entrenador

"Rafa ha salvado mi carrera", se animó a decir cuando debutó a finales de 2007 con la casaca de los 'Reds', con los que llegó a la final de la Liga de Campeones europea en 2007 (derrota 1-2 ante el Milán). Los rumores de traspaso se multiplicaban al final de cada temporada y el 'Jefecito' fue adquirido finalmente en 2010 por Barcelona, donde Guardiola lo retrasó a la zaga central para convertirlo en un suplente de lujo muy demandado por las constantes lesiones de sus compañeros.

Otra vez adorado por el entrenador y querido por los simpatizantes, terminó ganando nueve títulos con el Barca, entre ellos dos Ligas de España, una Copa del Rey, una Liga de Campeones europea y un Mundial de Clubes. Si a nivel de clubes Mascherano lo ha ganado todo, la camiseta albiceleste es una historia de amor agridulce, en la que todavía espera una gran consagración después de 99 partidos internacionales en los que marcó tres goles.

Heridas abiertas con la selección

Debutó en julio de 2003 en un empate 2-2 con Uruguay en un amistoso en La Plata y éxitos no le faltan, ya que conquistó las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas-2004 y Pekín-2008, éste último ya como uno de los tres refuerzos mayores de 23 años permitidos.

Sin embargo, 'Masche' tiene varias heridas abiertas con la selección mayor, en especial las dos eliminaciones en cuartos de final de mundiales ante Alemania, en casa de ésta en 2006 y en Sudáfrica-2010. A estas frustraciones se suman dos finales perdidas en Copa América, en Perú-2004 y Venezuela-2007, ambas contra el "enemigo íntimo" Brasil y la última de ellas con un también doloroso 0-3.

Su última aventura con Argentina también terminó en fracaso, ya que la albiceleste no pasó de cuarto de final en el torneo sudamericano que organizó en 2011 y que fue ganado por su verdugo Uruguay. "Si hacemos las cosas bien, podemos pelear", afirma esta vez el 'Jefecito', convencido de que la tercera va a ser la vencida.

afp