20.06.2014 16:38 h

Japón madrugó para vivir una decepción

Muchos trabajadores japoneses, todavía con sueño por la temprana hora, se reunieron en varios lugares de Tokio para ver a su selección jugar su segundo encuentro en el Mundial de Brasil, sólo para acabar un poco más decepcionados.

Una frustración que se pintó en sus caras cuando vieron que los Samuráis no lograban pasar del empate sin goles ante Grecia en Natal. "Me he tomado media cerveza antes del pitido inicial para animarme. Me levanté a las 05h00 de la mañana y, francamente, estoy harto de que Japón no logre marcar", se desahoga a la AFP Ryo Yamagishi, mientras ve en un bar el partido, que en Japón comenzó a las 07h00.

Como él, muchos trabajadores han debido lamentar haber madrugado para tomar un tren suburbano y llegar a tiempo sólo para ver ese empate, que complica la continuación de Japón en Brasil. "Japón necesita a alguien que marque como Luis Suárez", dice Kazu Maeda, un diseñador gráfico de 34 años, también decepcionado.

Mucho bla, bla, bla

"Estoy harto, llevo bebiendo de café y bebidas energéticas desde las 06h00 y todo para nada. Va a ser una jornada larga y triste", dice, en el mismo bar que Yamagishi. Además, estos aficionados no se hacen muchas ilusiones respecto a la continuación de su equipo en el Mundial. "No creo que podamos ganar a Colombia. Demasiado fuerte. Ni siquiera estoy seguro de que vaya a ver el partido", dice Jun Nishijima, de 30 años, que trabaja para una empresa de ventas por internet.

Aunque matemáticamente Japón todavía tiene posibilidades, pocos creen en ello y algunos tiran de sarcasmo. "Mucho bla, bla, bla y pocos resultados. Mi abuela tendría más posibilidades de marcar", dice Terry Uesaka, dueño de un bar, ya con un whisky en la mano. Por otro lado, los efluvios alcohólicos se pueden reconocer en el metro, al que han corrido los hinchas reconvertidos en trabajadores.

Pero, la más defraudada fue Michelle Aihara, una camarera de 23 años, nacida en Inglaterra. Se levantó a las 03H00 para asistir al naufragio británico (derrota 2-1 ante Uruguay), antes de vivir el empate de los Samuráis. "Sólo quiero dormir", dice.

afp