23.06.2014 02:59 h

Un destello de Cristiano evitó el naufragio

Cristiano Ronaldo
Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo, apagado contra Alemania (4-0), evitó la elminación de Portugal gracias a un pase decisivo en los últimos segundos del tiempo adicional frente a Estados Unidos (2-2), este domingo en Manaos.

Corría el quinto minuto del descuento: Cristiano Ronaldo galopa por la banda y centra un pase decisivo a Silvestre Varela que cabecea y consigue un empate, que impide que la Selecçao se una a España e Inglaterra en la nómina de eliminados de este Mundial de Brasil.

Antes de este destello, 'CR7' había brillado por rachas, ya fuera por gestos de calidad como el espléndido centro a Nani con el exterior del pie derecho en el 41, o por todo lo contrario, como un saque de falta que se fue a las nubes.

Nervioso, arrugando su brazalete de capitán

El astro del Real Madrid también fue el objetivo de los silbidos y abucheos de la mayoría de aficionados estadounidenses presentes en el estadio. Enfrentado a un equipo voluntarioso, el oriundo de Madeira pareció por momentos nervioso, arrugando su brazalete de capitán, poniendo los brazos en jarras o balanceándose adelante y atrás para manifestar su impaciencia.

Y siempre con un ojo en el crono y en el marcador, porque, aunque Nani marcó en el minuto 5, en una acción en la que Cristiano sólo se limitó a mirar, el líder portugués sabía que no era suficiente para estar tranquilos. Razón tenía porque Jermaine Jones igualó en el minuto 63 y Dempsey enviaba a Portugal al infierno en el minuto 81, hasta la jugada de calidad de Cristiano 14 minutos más tarde que rescataba a su equipo.

Todo se decidirá en el Portugal-Ghana del 26 de junio, aunque la Selecçao está a la merced de un empate entre Alemania y Estados Unidos, que lo eliminarían seguro... Pero el primer paso que tiene que dar es golear al combinado africano.

Hielo en la rodilla de la nación

Antes de este partido contra Estados Unidos, la cuestión era qué iba a hacer CR7, que esta semana acababa siempre sus entrenamientos con una bolsa de hielo en la rodilla. La respuesta no tardó: iba a alternar lo sublime con los fallos más estrepitosos. Único jugador que optó por mangas largas en el horno de Manaos -30° y 66% de humedad en el momento del pitido inicial- el capitán portugués falló primero un pase en el primer minuto antes de exhibir toda su clase.

En el minuto 4 se deshizo de tres jugadores en un palmo de terreno y conservó el balón, pero en el 71 su disparo se fue completamente desviado tras una gran carrera. Bajó entonces la cabeza, frustrado, repeinándose del lado de la 'Z' dibujada con maquinilla en su estudiado peinado. El 'comandante' quiso mostrar todo el tiempo que estaba de vuelta. Multiplicó sus gritos como si todos los balones tuvieran que pasar por él.

CR7 no se rinde

Su lenguaje corporal no tuvo nada que ver con la especie de resignación que tenía en el naufragio ante Alemania, con los brazos muertos en los costados. Esta vez, el astro del Real Madrid ha estado todo el rato recolocando a sus compañeros, y tampoco dudó en mostrar su desacuerdo con el árbitro de manera teatral levantando los brazos al cielo.

Nunca se rindió. Y es lo que le ha permitido no reunirse con los Casillas, Iniesta, Gerrard y Rooney, ya fuera del Mundial. Al menos por el momento.

afp