El seleccionador belga Marc Wilmots, que ha utilizado a 20 de los 23 jugadores que tiene disponible durante la primera fase del Mundial, rompe con todos códigos del fútbol y se confirma como un técnico fuera de lo común.

Y frente a Estados Unidos, en los octavos de final de martes, el entrenador de los Diablo Rojos podría de nuevo alinear a un once inédito. Nadie puede atreverse en Bélgica a decir que conoce el once tipo de los Diablos Rojos. Es cierto que hay jugadores (como el arquero Thibaut Courtois, Eden Hazard, Vincent Kompany, Axel Witsel o Kevin de Bruyne) que tienen asegurado el puesto en el equipo inicial salvo lesión, pero para el resto, a Wilmots le gusta sorprender.

"Tengo 23 jugadores. Sería estúpido por mi parte no utilizarlos en función de las cualidades del adversario. Por lo tanto, mi once de salida no es nunca el mismo, porque el contrario no es tampoco forzosamente el mismo", explicó el técnico antes del Mundial. "Cuando se dice que una Copa del Mundo se juega con 23 jugadores, para Bélgica es verdad", remató.

Wilmots acierta moviendo el banquillo

Cuando muchos entrenadores esperan a los últimos 20 minutos de los partidos para empezar a mover el banquillo, Wilmots no duda en cambiar elementos de su equipo mucho antes. Contra Argelia, realizó los tres cambios antes del minuto 65 (46, 58 y 65). Contra Rusia, la entrada de Divock Origi a la hora de juego resultó decisiva (marcó el gol de la victoria). Igual que contra Corea del Sur, ya que la entrada de Adnan Januzaj y del propio Origi cambió el partido.

"Muchos partidos se deciden en el último cuarto de hora. Hacer entrar a un jugador en los últimos minutos es a menudo inútil, porque no tiene tiempo de tomar el ritmo. A la hora de juego, un sustituto aporta frescura cuando los rivales comienzan a fatigarse. Y el substituto tiene tiempo de entrar en el partido", justifica.

Siempre hace los tres cambios

En cada uno de los tres primeros partidos de los belgas, Wilmots ha hecho los tres cambios y en siete de las nueve ocasiones fue antes del minuto 65. Los cuatro goles marcados en la primera fase por Bélgica llegaron a partir del minuto 70, lo que indica que el 'coaching' de Wilmots es impecable, pero quizás demasiado arriesgado en caso de una lesión. Pero, ¿qué es mejor, quedarse con 10 y con el marcador a favor o jugar once contra once sin marcar? Wilmots parece decantarse por la primera opción.

Si Wilmots hace rotaciones es también "por una cuestión de frescura física". Es cierto que Bélgica ya estaba clasificada antes del tercer partido contra Corea del Sur, pero Wilmots presentó un equipo inicial con siete jugadores nuevos, dando descanso a la mayoría de los titulares ante Rusia. El resultado es que salvo los dos porteros suplentes y el defensor Laurent Ciman, el resto de jugadores ya han participado en este Mundial. "Mis jugadores estarán frescos para afrontar a Estados Unidos y será necesario porque los norteamericanos son muy atléticos", se justificó el técnico.

afp