Por un guiño del destino, Colombia disputará ante Brasil los primeros cuartos de final de un Mundial de su historia el próximo viernes, dos días después del 20º aniversario del trágico asesinato del defensor central cafetero Andrés Escobar.

Andrés Escobar Saldarriaga era uno de las figuras de la selección colombiana que disputó el Mundial Estados Unidos-1994. El defensa, de 27 años, había jugado 50 partidos internacionales desde 1988. Además de la selección, militó seis temporadas en las filas del Atlético Nacional de Medellín (noroeste) -con el que ganó la Copa Libertadores de América en 1989-, entrecortadas por una estancia en los Young Boys de Berna (Suiza). Y participó en dos Mundiales, Italia-90 -donde fue suplente- y EEUU-94.

Durante su primer partido en el torneo estadounidense, Colombia perdió con Rumanía (3-1). Si encajaba una nueva derrota ante el anfitrión, Estados Unidos, el Mundial se terminaría para los hombres de Francisco 'Pacho' Maturana.

Y Colombia, que tenía sin embargo en sus filas a jugadores de la talla de Carlos 'el Pibe' Valderrama, Faustino Asprilla y Freddy Rincón, perdió (2-1) ese 24 de junio de 1994, con un autogol de Andrés Escobar, quien buscando despejar un balón lo envió al fondo de la portería de su compañero Óscar Córdoba. Colombia se quedó fuera del Mundial incluso antes del tercer y último partido de la fase de grupos, que concluyó con una digna victoria ante Suiza (2-0).

Acribillado de seis balazos

Diez días después, de vuelta en su país, Escobar fue con unos amigos a un bar de las afueras de Medellín, ciudad controlada entonces por los narcotraficantes y con una tasa de homicidios de 380 por 100.000 habitantes. Allá, en el estacionamiento de ese local, fue acribillado de seis balazos. Según varios testigos, el asesino acompañó cada uno de sus disparos con la palabra "¡gol!".

¿Una respuesta de los narcotraficantes que habrían apostado sobre los resultados de Colombia en Estados Unidos? ¿Un gesto de enajenación de un hincha decepcionado? Las causas de su muerte siguen sin esclarecerse totalmente dos décadas después.

Días antes de morir, Escobar escribió una columna de opinión en el diario colombiano El Tiempo en la que pedía perdón a los aficionados por la eliminación e increíblemente llamaba al respeto por la vida.

La vida no termina aquí

"(...) Pero, por favor, que el respeto se mantenga... Un abrazo fuerte para todos y para decirles que fue una oportunidad y una experiencia fenomenal, rara, que jamás había sentido en mi vida. Hasta pronto, porque la vida no termina aquí", fue el mensaje a una sociedad colombiana agobiada en ese entonces por la violencia indiscriminada del narcotráfico.

Apodado el 'Caballero del fútbol', Andrés Escobar, quien estaba en negociaciones con el AC Milan para regresar al fútbol europeo, era un hombre muy apreciado. El día de su funeral, más de 100.000 personas siguieron el féretro del futbolista por las calles de Medellín y expresaron su repulsa por la violencia ligada al narcotráfico.

El asesino de Escobar, Humberto Muñoz Castro, un escolta de unos hermanos de apellido Gallón Henao, vinculados posteriormente a grupos paramilitares de extrema derecha, fue condenado a 43 años de cárcel. Sin embargo, fue liberado en octubre de 2005 tras haber cumplido sólo 11 años de su pena, lo que indignó a la familia de Escobar.

Llegar a la final, el mejor homenaje

Veinte años después de esta muerte violenta de un futbolista internacional, la tasa de criminalidad de la ciudad de Medellín se ha reducido significativamente. El miércoles, el elegante futbolista recibirá un nuevo homenaje en esta ciudad donde se erigió un monumento en su memoria.

La ceremonia se llevará a cabo en vísperas de un cuarto de final "histórico" para los cafeteros ante la Seleçao anfitriona. Una manera de unir dos grandes épocas del fútbol cafetero. Pero tal vez el mejor homenaje a Andrés Escobar, sería que Colombia llegara el 13 de julio a la final en el Maracaná.

afp