29.01.2015 15:43 h

Moyes, la esperanza de la Real, ante el Madrid

El entrenador escocés David Moyes, que llegó en noviembre a la Real Sociedad como remedio de urgencia, no ha conseguido hasta ahora la planeada metamorfosis del equipo vasco, estancado en la mitad baja de la tabla y que el sábado tiene un difícil examen contra el Real Madrid en la 21ª jornada.

Cuando Moyes llegó, la Real Sociedad era penúltima (19ª) en la clasificación de la Liga y llevaba ocho partidos sin victoria. Dos meses más tarde, la Real Sociedad ha levantado un poco la cabeza, pero su posición sigue sin ser cómoda: undécima con 22 puntos, más cerca de la zona de descenso (Almería, 16 puntos) que del último equipo dentro de los puestos europeos (Villarreal, 38). El balance de Moyes alterna, por lo tanto, luces y sombras.

Su predecesor Jagoba Arrasate fue eliminado en agosto en la ronda preliminar de la Europa League por el Krasnodar y Moyes fue apeado este mes ante el Villarreal en los octavos de final de la Copa del Rey. Moyes, efímero entrenador del Manchester United en la 2013-2014, reivindica sus méritos para ver la botella medio llena y mirar con optimismo al futuro: la Real Sociedad ha mejorado en solidez defensiva y ha conseguido una pequeña ventaja sobre los puestos de descenso.

"Es importante que no nos veamos inmerso en la batalla por la permanencia", insistió el pasado fin de semana el entrenador británico. Un objetivo con el que llegó en noviembre, pero modesto para un club que hace apenas un año disputaba la Liga de Campeones.

Por tradición, la Real Sociedad es uno de los clubes españoles más cercanos culturalmente al fútbol británico en el que ha crecido Moyes. Su juego busca la verticalidad, la defensa se esfuerza por estar bien posicionada y los jugadores están muy concentrados, a la órdenes de un entrenador que llegó prometiendo "ser duro con ellos".

¿La disciplina afecta a la creatividad?

Pero la disciplina parece afectar a la creatividad en ataque y la Real es muy dependiente de los destellos de clase del mexicano Carlos Vela, como en la época de Arrasate.

"Me gustaría ganar de manera más convincente", admitió Moyes, antes de mostrarse pragmático: "A veces, un gol basta para ganar un partido". Así fue el sábado ante el Eibar (1-0) y también a principios de enero contra el Barcelona (1-0). Ese triunfo sobre los catalanes es el resultado más brillante de la 'era Moyes' en San Sebastián.

La victoria ante el Barça se enmarca dentro de la irregularidad de la Real Sociedad esta temporada, donde es capaz de fracasar ante equipos modestos y luego superar a los gigantes, como ya había conseguido ante el Real Madrid (4-2) y el Atlético (2-1).

Por lo tanto, todo parece posible el sábado en el Santiago Bernabéu, donde la Real sueña con repetir victoria sobre los blancos, como en la primera vuelta en su estadio de Anoeta. Moyes todavía no habla español y las cámaras se han divertido grabándole llamando "Stefano" a su jugador Granero, cuyo nombre es realmente Esteban.

Otra imagen que divirtió en las redes sociales llegó tras su expulsión en la Copa del Rey contra el Villarreal, cuando se sentó en la grada rodeado de aficionados y aceptó los 'snacks' y golosinas que le ofrecía una niña sentada a su lado. Fue, eso sí, sancionado por no haberse quedado en el vestuario tras la expulsión, como dicta el reglamento. Un ejemplo más de que Moyes parece necesitar un poco más de tiempo para adaptarse al fútbol español.

afp/livefutbol