Tan talentoso como inconstante, el portugués Ricardo Quaresma, comparado con Cristiano Ronaldo en sus inicios, regresa por todo lo alto al primer plano europeo después de marcar un doblete al Bayern Múnich y acercar al Oporto a las semifinales de la Champions.

Con 31 años el poderoso extremo ganó la partida con gran aplomo en dos ocasiones al arquero Manuel Neuer, considerado el mejor del mundo, el miércoles en la ida de cuartos disputada en Portugal (3-1 para el Oporto). Con cinco goles en tres partidos, Quaresma ha alcanzado los 10 en los 37 que ha disputado esta temporada, contando todas las competiciones. Es uno menos que al final de los años más prolíficos de su carrera, cuando superó la decena; en el Besiktas de Turquía (2010-2011) y en su primera época en el Oporto (2007-2008).

"En este momento estoy jugando más, por lo que la confianza y el talento regresan", explicó el internacional portugués, que es titular después de la lesión del español Cristian Tello. Durante mucho tiempo en el banquillo, Quaresma parecía haber aceptado el rol secundario otorgado por su técnico, el español Julen Lopetegui.

Pero al final 'Harry Potter', como es conocido por los aficionados al Oporto debido a sus malabares con el balón en los pies, se encontró con una oportunidad y la aprovechó. "El fútbol cambia y tú debes cambiar también o te dejas ir. Yo he tenido que cambiar", reconoció el portugués de origen gitano, popular por su espectacular golpeo de balón pero también por sus maneras de estrella.

Siempre a la sombra de Cristiano

Internacional portugués en 39 partidos (4 goles), Quaresma ha estado durante mucho tiempo a la sombra de Cristiano Ronaldo y Nani, pero después de dos años de ausencia de la selección, fue decisivo saliendo del banquillo para lograr las victorias ante Dinamarca y Armenia, de clasificación para la Eurocopa 2016, y en un amistoso ante Argentina.

Dos años mayor que Ronaldo, Quaresma también se formó como jugador en el Sporting de Portugal, con el que debutó como profesional en 2001. El año siguiente logró el doblete Liga-Copa con el popular club de Lisboa. Convertidos en las dos grandes promesas del fútbol portugués y siendo unos adolescentes, Quaresma -RQ7- fichó por el Barcelona y Ronaldo -R7- lo hizo por el Manchester United.

Su antiguo compañero inició un ascenso fulgurante de la mano de Alex Ferguson en los Reds Devils, mientras que Quaresma regresó a Portugal un año más tarde después de no adaptarse a un Barcelona en horas bajas. Volvió a intentar una aventura en un grande europeo en 2008, cuando el Inter de Milán, entonces dirigido por su compatriota Mourinho, pagó 24,6 millones de euros al Oporto para ficharle. Otra vez fracasó. Demasiado individualista, incluso recibió el premio 'Bidón de Oro' al peor jugador del Calcio. En 2010, todavía en el Inter, ganó la Liga de Campeones, aunque su aportación fue testimonial. Fue cedido al Chelsea, donde tampoco brilló.

Al final recaló en el Besiktas, donde sí demostró sus condiciones, pero su crecimiento se interrumpió por conflictos con la dirección del club, que le mantuvieron fuera de los terrenos durante un tiempo. En enero de 2014 llegó a coste cero al Oporto, procedente del Al-Ahli de Dubai. Un año después ha resucitado y se ha convertido en pieza clave en la exitosa aventura europea de su equipo.

afp/livefutbol