El centrocampista holandés Nigel de Jong ha sido desde el comienzo del Mundial el líder de la selección centroeuropea, como demostró el sólido partido que completó en la victoria 2-0 ante Chile este lunes, que supuso la primera plaza del grupo B para el combinado Oranje.

A sus 29 años el 'Pitbull' del Milan realiza un trabajo en la sombra, pero que resulta muy efectivo para el colectivo. Además es evidente su papel como jefe del joven grupo dirigido por Louis Van Gaal. De Jong ha llegado al Mundial en un excelente momento de forma. La razón que explica su frescura cuando el resto se derrite en el calor brasileño es que una lesión en el tendón de aquiles le hizo parar en invierno y regresar paulatinamente hasta firmar un gran final de temporada con el Milan.

Van Gaal tiene claro que el papel del rudo centrocampista es ejercer de correa de transmisión entre la defensa y el poderoso trío ofensivo formado por Arjen Robben, Wesley Sneijder y Robin van Persie. Holanda goleó 5-1 a España y sobrevivió ante Australia (3-2) para lograr el primer puesto del grupo este lunes ante Chile. En los dos primeros partidos todo el mundo hablaba del espectacular momento de forma de Robben y Van Persie, autores de tres tantos, pero Van Gaal elogió el papel ejercido por De Jong.

El mejor 6 de este torneo

"Nigel ha estado excepcional. Estaba en todos los lados. Llega en la mejor forma posible, es el mejor 6 de este torneo", dijo el seleccionador tras el choque contra los Socceroos. Van Gaal podría repetir la misma declaración después del partido contra Chile, ante el que De Jong volvió a demostrar su capacidad ante uno de los equipos más fuertes y rápidos del campeonato.

El holandés ha sido muy criticado en los últimos años por su exceso de dureza, sobre todo después de que su imagen en la final del Mundial 2010 dando una patada en el pecho al español Xabi Alonso diera la vuelta al mundo. "Es la entrada que me ha hecho más daño en toda mi vida", añadió el futbolista vasco, a la postre campeón del mundo con la Roja en Sudáfrica (victoria 1-0). El árbitro Howard Webb sancionó únicamente con amarilla la agresión, pero el verdadero castigo llegó en los días y semanas posteriores.

El silencio, el aliado de De Jong

"Jugador sucio" y "holandés violento" fueron algunos de los titulares que se encontró. De Jong respondió dejando prácticamente de dar entrevistas a los medios de comunicación. "Desde entonces el silencio es mi aliado. Estoy callado. Conozco mi reputación para una parte del público. Pero me aprecien o no, no puedo hacer nada y eso tampoco me afecta", señaló a la prensa holandesa.

Esta imagen no cambió un ápice la forma de jugar del antiguo medio del Ajax, Hamburgo y Manchester City. "Quiero que mis adversarios digan 'voy a jugar contra De Jong, no será fácil', quiero que sientan miedo", declaró el futbolista a la revista Voetbal International algunos días antes de empezar la Copa del Mundo. "Soy el futbolista y el hombre que quise ser", se reafirma De Jong, 55 veces internacional con Holanda.

Tras ganar la partida a Charles Aránguiz y Marcelo Díaz en el duelo en el centro del campo ante Chile, ahora el 'Pitbull' espera seguir liderando a Holanda en la segunda fase del Mundial.

afp