03.09.2014 19:50 h

Conte y Hiddink a la palestra

Antonio Conte debutará el jueves en Bari al frente de la selección italiana de fútbol contra la Holanda de Guus Hiddink, que también inicia etapa con la Oranje, aunque en su caso será un segundo estreno, tras dirigir a su país entre 1994 y 1998.

Los dos entrenadores tienen muchas ganas en esta nueva empresa y ambos se encuentran con una problemática similar: cambiar de táctica con más o menos los mismos hombres que sus predecesores. Tras la eliminación en la primera fase de la Azzurra y la dimisión de Cesare Prandelli, el objetivo para Conte es reflotar a la Nazionale y "devolver a Italia a donde debería estar, el segundo equipo del mundo detrás de Brasil".

Para la reconstrucción, el extécnico de la Juventus ha decidido no contar con Mario Balotelli, discutido hasta la saciedad durante el Mundial. El inquieto técnico se mostró calmado en la rueda de prensa previa a su primer entrenamiento con Italia. Conte estuvo una hora con los periodistas y dio una lección de pizarra al detallar pedagógicamente el sistema que empleará su equipo: 3-5-2.

Tras ser abucheado en los estadios de la Serie A, que gustan de odiar a los entrenadores de la Juventus, Conte ha sentido en sus visitas a los clubes "que ha comenzado una nueva era, a partir de ahora soy el entrenador de todos".

Algunas caras nuevas en Italia

Conte ha modificado un poco el grupo del Mundial, siendo la baja de Balotelli es el cambio más significativo en la delantera, la posición que más caras nuevas tendrá en esta primera convocatoria. Ha llamado otra vez a Sebastian Giovinco, Pablo Osvaldo, incluso a Fabio Quagliarella, que no tenía demasiados minutos a sus órdenes en la Juve pero que conoce sus métodos y le permite trabajar de inmediato en la táctica.

Frente a Conte estará en Bari Hiddink, que sustituye a Louis Van Gaal en una situación bien distinta. Van Gaal se marchó al Manchester United con la satisfacción de haber completado un buen Mundial en el que terminó tercero tras imponerse a Brasil en la final de consolación y endosar en el primer partido un sonoro 5-1 a la vigente campeona, España.

Hiddink ya conoce lo que conlleva el cargo y en su anterior etapa al frente de la Oranje terminó cuarto en el Mundial de Francia 1998. Esto supone también un posible lastre ya que tras la cita brasileña, no tendría razones cambiar el sistema de tres defensas adoptado por su predecesor.

Por ello, todo apunta a que mantendrá la espina dorsal del equipo de Van Gaal formada por Arjen Robben (baja por lesión ante Italia), Wesley Sneijder, Nigel De Jong, Ron Vlaar y el capitán Robin Van Persie. La duda está en su Hiddink conservará la táctica usada en Brasil 5-3-2 o 3-5-2, de la cual no es partidario.

afp