Uruguay inició los entrenamientos para enfrentarse a Brasil y Perú por eliminatorias, con la mayoría de su plantel en el campo, aunque la presencia de Luis Suárez después de casi dos años de ausencia por sanción fue la imagen de la jornada.

El delantero del Barcelona se mostró distendido y bromeó con sus colegas durante los ejercicios en espacios cortos que marcaron esta primera jornada de práctica para los partidos que le esperan a los dirigidos por Óscar Tabárez ante Brasil en Recife (nordeste) el 25 de marzo, y ante Perú, de local, el 29.

El artillero vuelve tras nueve fechas de suspensión impuestas por la FIFA por morder al italiano Giorgio Chiellini durante el Mundial de Brasil 2014. Los celestes desarrollaron una jornada de calentamiento y luego ejercicios en espacios reducidos con retención de pelota y pases en corto, constataron periodistas de la AFP.

Tabárez confirmó sus dichos de que la vuelta de Suárez sería el mejor refuerzo para cualquier selección en las eliminatorias. "Como ha ocurrido en otras oportunidades (...) viene conquistando cosas y el estar en (...) el Barcelona" le ha permitido incorporar "cosas". Además "demostró que supera desafíos y obviamente creo que los fríos números dicen qué es lo que está haciendo", resumió en rueda de prensa ayer.

Objetivos

Suárez "viene con todo eso (...) debe tener emociones (...) debe tener mucha cosa en la cabeza luego de (no) estar en la selección. Uno de los objetivos que nos propusimos es que él piense solo en jugar al fútbol", resumió Tabárez. El técnico también dijo que el delantero "va a jugar contra equipos que reconocen el potencial que tiene él y van a hacer todo lo posible por limitarlo".

El DT señaló que contra Brasil será un "partido difícil". "Trataremos de controlar sus puntos fuertes y de crearles problemas", resumió, al tiempo que dijo que los brasileños fueron "de menos a más" en el clasificatorio. Más allá de que contará con Suárez en un gran momento y con Edinson Cavani, del PSG francés para completar una poderosa delantera, Tabárez tiene el desafío de llenar espacios difíciles de completar en la retaguardia charrúa por una insólita acumulación de lesiones y sanciones.

Bajas sensibles

Un nubarrón negro parece sobrevolar los días de la selección uruguaya. Como si perder a Diego Godín (Atlético de Madrid, España), el capitán de la selección, por lesión muscular, no fuera suficiente para los dirigidos por Tabárez, desde el viernes se sumaron tres nuevas bajas.

Primero, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) anunció que Emiliano Velázquez (Getafe/España) quedará fuera de la fecha pues "sufrió una lesión muscular en el músculo isquiotibial de miembro inferior derecho". En su lugar el DT celeste incluyó al defensa del Nacional local Mauricio Victorino. Pocas horas después, los hinchas celestes se enteraban de una lesión similar del compañero de zaga de Godín en el Atlético de Madrid, José María Giménez, quien también quedó afuera de la doble fecha.

Para completar el funesto panorama, el lateral Mathías Corujo, de la Universidad de Chile, fue operado de apendicitis el sábado lo cual lo deja fuera también de la doble fecha de eliminatorias hacia Rusia 2018. Tabárez convocó en su lugar al central Diego Polenta, capitán del Nacional local.

Con Maximiliano Pereira, también lateral en el Porto de Portugal imposibilitado de jugar por acumulación de amonestaciones, la apuesta de Uruguay parece ser a la delantera que contará con sus máximas estrellas jugando juntas por primera vez en este certamen, con Cavani y Suárez.

afp/livefutbol