21.09.2023 13:50 h

España, ¿de la polémica a la épica contra Suecia?

La selección femenina española estrena su estrella mundialista el jueves en un partido de la Liga de Naciones contra Suecia, en el que tendrá que apelar a la épica tras cuatro días envuelta en la polémica, sin apenas poder preparar el encuentro.

La Roja apenas ha podido realizar un entrenamiento antes de viajar a Gotemburgo desde que el lunes la nueva seleccionadora española, Montse Tomé, sorprendiera a todos al llamar a una mayoría de jugadoras que se había declarado no elegibles.

La mayor parte de las 23 convocadas, entre ellas flamantes campeonas del mundo como Alexia Putellas, habían firmado un comunicado en el que se declaraban no seleccionables mientras no hubiera cambios en la Federación Española (RFEF), tras el escándalo del beso forzado del expresidente Luis Rubiales, a Jenni Hermoso, quien no fue convocada.

La jugadora del Pachuca mexicano no fue llamada para "protegerla de toda la presión que pueda tener", argumentó el miércoles el responsable del fútbol femenino de la RFEF, Rafael del Amo, el miércoles tras llegar a unos acuerdos con las jugadoras.

Unos acuerdos logrados tras horas de reuniones a lo largo de la tarde del martes y bien entrada la madrugada del miércoles con la intervención del gobierno español, que dejó claro que no habría sanciones para las jugadoras que no quisieran seguir en la convocatoria.

El temor a estas consecuencias, previstas por la ley, era lo que había llevado a las jugadoras a atender la llamada de Tomé.

"Si es ir o sancionar, pues tendré que ir", decía el martes a su llegada a la concentración Mapi León, quien sería liberada de la Roja, junto a su compañera Patri Guijarro, tras los acuerdos logrados entre Consejo Superior de Deportes (CSD) español, Federación y futbolistas.

"Las jugadoras nos han mostrado su preocupación sobre la necesidad de hacer cambios profundos en la RFEF y la Federación se ha comprometido que esos cambios se van producir de forma inmediata", señalaba el presidente del CSD, Víctor Francos, al anunciar los acuerdos y la decisión de la mayoría de las jugadoras de afrontar los partidos contra Suecia y Suiza.

El más contundente fue la destitución el miércoles del secretario general Andreu Camps, estrecho colaborador de Rubiales, cuya salida pedían las jugadoras, junto a cambios en distintos departamentos de la RFEF.

"Estamos contentas porque es verdad que se están haciendo cambios, y en esto estamos apoyando totalmente a nuestras compañeras", dijo Mapi León, al abandonar la concentración, siendo sustituida por la valencianista Claudia Florentino, mientras la madridista Maite Oroz sustituyó a Guijarro.

Los acuerdos trajeron algo de calma y llevaron a la Roja a realizar el miércoles su único entrenamiento antes de volar este jueves a Gotemburgo, para enfrentarse en este partido de la fase de grupos de la Liga de Naciones a la potente Suecia, número uno del ránking FIFA y cuyas jugadoras habían mostrado su apoyo a las españolas.

"Tienen que sentir el apoyo a su alrededor, que los otros países las apoyan en sus decisiones. Si creen que deben boicotear (el partido) para que pase algo, está claro que las apoyamos", decía el martes la centrocampista sueca Filippa Angeldhal.

No parece que el partido corra peligro, pero es toda una incógnita el estado en que lo afrontarán las españolas, que no han tenido un respiro desde que el 20 de agosto ganaran su primer Mundial y que se juegan en esta Liga de Naciones su primera presencia en unos Juegos Olímpicos.

Los dos finalistas del torneo, junto a la anfitriona Francia, se clasificarán para París-2024. En caso de que Francia fuera finalista, el billete sería para el ganador del partido por el tercer puesto.

"Será interesante ver si será un partido de fútbol normal con todo lo que ha ocurrido", dijo la portera sueca Hedvig Lindahl en una entrevista este jueves con Marca.

afp/livefutbol