Uruguay conquistó por primera vez en su historia la Copa del Mundo Sub-20 este domingo en Argentina al vencer en la final a Italia por 1-0 y le dio a Sudamérica su segundo título mundial en seis meses tras la consagración de la Albiceleste de Messi en Catar-2022.

Luciano Rodríguez llevó a la gloria a los charrúas al anotar el gol del triunfo a los 86 minutos, desatando la euforia de la hinchada celeste que colmó el estadio Diego Armando Maradona de La Plata, a unos 60 kilómetros de Buenos Aires.

"El grupo hizo todos los méritos para festejar (...) es lindo hacer historia", dijo emocionado el goleador de la noche a minutos de levantar la Copa del Mundo.

La tercera fue la vencida para La Celeste que había caído en las finales de 1997 y 2013 ante Argentina y Francia, respectivamente, mientras Italia deberá seguir esperando por su primer corona.

Miles de uruguayos ataviados con remeras celestes, desafiaron el frio intenso y se volcaron a celebrar el título en las calles céntricas de Montevideo y también en la Rambla, en la costa del Rio de la Plata, tradicional escenario de los festejos deportivos.

"Es increíble, primera vez en mi vida que vivo esto... siempre con la garra charrúa luchando y hoy se nos dio", dijo a la AFP Lorena Pereira, un ama de casa de 43 años que llevaba la bandera uruguaya pintada en el rostro y abrazaba entre lágrimas a su marido.

Otros miles de uruguayos festejaron por todo lo alto en las graderías del estadio de La Plata, a 60 km de Buenos Aires, donde la celeste ganó el partido definitorio con gran autoridad.

"Sentimos toda esa energía que venía de Uruguay, la gente se sintió representada (...) el grupo se mostró muy fuerte y creo que esa fue la clave de nosotros", comentó el DT 'charrúa', Marcelo Broli.

Y eso se percibió durante todo el partido. La Celeste presionó más y mejor en el inicio y avisó a su rival europeo que la intensidad del duelo iba a ser muy alta, a la altura del aliento de los uruguayos.

Los dirigidos por Carmine Nunziata tomaron nota, apostaron a bajar la pelota, tocar y el duelo entró en un remanso que Uruguay intentó romper con la potencia de su ataque, con Anderson Duarte como estandarte y apoyado por un sólido mediocampo liderado por el capitán Fabricio Díaz.

Cuarenta y cinco minutos separaban a los dos equipos de levantar la primera Copa del Mundo Sub-20 de su historia, para exhibirlas en vitrinas que suman seis títulos mundiales absolutos (4 de Italia y 2 de Uruguay).

En cambio, disconforme con un rendimiento bajo, el entrenador italiano movió el banco rápido cambiando el ataque con la ilusión de inyectar energía a una alicaída parte ofensiva.

Marcelo Broli, también buscó respuestas en el banco a falta de media hora para el final sacando a Duarte para dar ingreso a Andrés Ferrari.

Con Uruguay apurado e Italia sin ideas el partido se hundió en el tedio de una final con pocas emociones en el área. Hasta que llego a través del juego aéreo, como manda la historia del fútbol uruguayo, el gol de Uruguay.

Un tiro de esquina, desatención en la marca de Italia y de cabeza Rodríguez anotó el 1-0, chequeo VAR de por medio y validación de la anotación minutos después desatando la locura en las tribunas.

El silbato que dio fin al partido desató la fiesta de plantel en la cancha y en las tribunas, y la hinchada uruguaya volvió a festejar un título doce años después de gritar campeón con la selección absoluta en la Copa América en 2011 también en Argentina.

Italia se resignó a terminar la Copa con la ilusión de ser la generación que devolverá a su país a la gloria, tras años de fracasos mayores que no han clasificado a los dos últimos mundiales, aunque con la confirmación de que Cesare Casadei, elegido balón de oro en Argentina-2023, es una estrella incipiente en el combinado europeo.

afp/livefutbol