Racing se encomienda a Dios por la Liga

La fe mueve montañas y de eso sabe la sufrida hinchada de Racing, que hasta con la bendición de un sacerdote, hace cruces por ganar el domingo y cuernos para que pierdan sus escoltas. Sólo así podrá ser campeón del torneo argentino a dos fechas del final.
Si toda causa justa tiene un santo, la 'Academia' tiene una iglesia entera que reza para alcanzar la victoria después de 13 años sin suerte. Pintada con los colores celeste y blanco a manos de devotos hinchas, su párroco, Juan Gabriel Arias (46 años), se declara "un enfermo de Racing", gloria del fútbol argentino.
Basta recoger la manga de su hábito para dar crédito a esa bendita locura. Un tatuaje le ocupa medio brazo con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, pero con el escudo de Racing latiendo cual divina ofrenda."No es un tatuaje 'tumbero' (carcelario), Racing es mi pasión", se justifica al recibir a la AFP en la Iglesia Natividad de María, en el límite sur de la capital argentina. La parroquia destaca por su fachada blanquísima y su nave austera con ornamentos en celeste racinguista.
"La Virgen es hincha"
"La Virgen, ¿ves?, lleva un manto celeste y blanco...también es hincha", bromea el cura que debe partir en diciembre de misión a Africa, pero sacó pasaje para finales de mes ilusionado con una consagración que Racing no logra desde el Apertura-2001. Lleva una valija repleta de camisetas del club para vestir a los equipos infantiles que lo esperan en Mozambique, adonde 'convirtió' decenas de almas en una misión anterior.
Recibió el apoyo del papa Francisco, otro amante del fútbol, cuando acudió a él, entonces arzobispo Jorge Bergoglio, para que lo autorizara a integrar la comisión directiva de Racing. "Fútbol e Iglesia van juntos, a San Lorenzo lo fundó un sacerdote..." recuerda sobre el club cuyo hincha más célebre es el Vicario de Cristo en Roma. Además de la misa, Juan Gabriel encabeza otra celebración de la 'fe' cuando unos doscientos hinchas se reúnen cada mes en el patio de la Iglesia en torno al asador.
En junio de 2013 una de esas citas paganas terminó en escándalo cuando los hinchas se disfrazaron de fantasmas para mortificar a sus archirrivales los 'Diablos' de Independiente, por su descenso a la segunda división. "Es parte del folclore", se excusa con una sonrisa el cura, ausente en esa ocasión. Este domingo, cuando Racing visite a Rosario Central, este peculiar hincha, infaltable en la popular del 'Cilindro', lo mirará por TV porque reglas de seguridad prohiben el público visitante en los estadios argentinos. "En 2001 nos consagramos de visita en Vélez, ahora será en Rosario", dice el hombre de fe.
afp