08.05.2015 20:20 h

La obsesión rusa de Dunga pasa por Chile

La hinchada brasileña espera con ganas a su estrella Neymar JR. (Foto: Getty)
La hinchada brasileña espera con ganas a su estrella Neymar JR. (Foto: Getty)

La Copa América 2015 es el primer escalón de Brasil en su carrera por un objetivo mayor: la sexta estrella en el Mundial de Rusia-2018.

El seleccionador Dunga hizo borrón y cuenta nueva, y del nuevo equipo que irá a Chile, sólo ocho pertenecieron a aquél que fracasó, de nuevo, en el Mundial en casa, con esa humillante bofetada del 7-1 alemán.

Neymar es uno de ellos, de lejos el mejor jugador de la seleçao. Y el entrenador lo sabe, al punto que lo ascendió a capitán con resultados satisfactorios. "Cuando lo colocamos de capitán toda la comisión técnica tenía una expectativa de cómo se comportaría, pero desde que se colocó el brazalete su propio rendimiento en el Barcelona aumentó mucho", dijo el entrenador, tras resaltar la madurez ganada en el equipo catalán.

La nueva selección Dunga ha ganado los ocho amistosos disputados después del Mundial. Neymar, que a sus 23 años ya tiene 62 juegos con la auriverde, anotó ocho de los 18 goles brasileños en esos partidos. Dunga, que entrenó el último equipo campeón de la Copa América, en Venezuela-2007, es claro: la prioridad son las eliminatorias y el Mundial. Ni siquiera entrenará a la selección olímpica en Rio-2016, como hizo Mano Menezes, sin éxito, en Londres.

Pero la cita en Chile servirá para motivar a un equipo que jugará su primer juego oficial después del Mundial ante Perú --el 14 de junio en el frío y húmedo Temuco (sur)-- con ese 7-1 y el 3-0 de Holanda (por el tercer puesto) aún clavado en la espalda. Luego encara a Colombia y a Venezuela por el grupo C. "Lo que pasó en la Copa fue un hecho único, se comenta mucho en rescate, pero el fútbol brasileño continúa siendo admirado", aseguró Dunga.

Los jugadores aseguran que ya pasaron esa página pero la gente está escéptica y peor aún, cada vez menos interesada en lo que pasa con la selección, preocupada en el desempeño de sus clubes en el campeonato local. Una victoria puede ser la chispa que necesita la 'torcida' para creer que esa obsesión de Dunga con 2018 es posible.

Nuevas y viejas glorias

Al servicio del 'crack' Neymar la experiencia de un veterano, Robinho. El atacante de 31 años, referencia en aquella Copa que ganó Brasil en 2007, su novena, goza de la total confianza del técnico, que no dudará en colocarlo en campo en algún momento de dificultad. Son 98 juegos y 29 goles desde la primera vez que fue convocado en 2002. La bicicleta puede que no esté aceitada como en los viejos tiempos, pero sus destacadas actuaciones en el Santos demuestran que aún le queda mucho que recorrer.

El esquema ofensivo no obstante llega a Chile con una importante baja: Oscar se perderá el torneo por una lesión durante un entrenamiento de su club Chelsea. "Estoy muy triste de no defender mi país en la Copa América por una lesión. Gracias a todos por el cariño", expresó el '11' canarinho en su cuenta en Twitter.

Pero su nombre está prácticamente garantizado para las eliminatorias que arrancan en octubre. Dunga, que entrenó la selección entre 2006 y 2010, no es conocido por dar espacio al 'jogo bonito', sino que apuesta por un "fútbol de resultados", con hincapié en la defensa. Y hasta ahora, el sector se muestra sólido, permitiendo tan sólo dos goles en esos ocho partidos.

En la Copa América de Argentina-2011, Brasil terminó también cabizbajo, eliminada por Paraguay en una terrible tanda de penales en los cuartos de final. Neymar y compañía se concentran desde el 1 de junio y antes de viajar a Chile disputa dos amistosos en casa, contra México (el 7 de junio en Sao Paulo) y Honduras (el 10 en Porto Alegre). El foco es Rusia, pero Chile será un importante escalón en el camino por rescatar la tradición de fútbol del pentacampeón, perdida en el camino.

afp/livefutbol